lunes, 11 de noviembre de 2024

Palabras de CLAUDIA TEJEDA sobre BOCA GRANDE

Gustavo abre la boca y el bosque tiembla. Quién es quién en el cuento de la Caperucita y el Lobo. Qué precio tiene el amor por hora. Quién peca por ingenuo cuando el sustento es el motivo y lo feroz es el hambre. O cuando la soledad aúlla y el deseo muestra los colmillos. Este poemario es realidad cruda, sin maquillaje. El erotismo se estrella contra el reloj y el lobo se desdibuja en la sombra de una oveja.

El libro "es un laberinto/ con candados en las salidas"

Las antítesis aumentan la tensión de la metáfora. En el juego del engaño consentido, Boca grande afila los dientes, come la fruta y escupe el corazón.

 

Claudia Tejeda

miércoles, 9 de octubre de 2024

Palabras de DANIEL CASAS SALICONE sobre Entre Ventanas

 


ENTRE VENTANAS

GUSTAVO TISOCCO

MASCARÓN DE PROA. PLEAMAR.

 

Empieza el libro con la enorme idea de que una mirada puede abrigar a un hombre que tiene frío. Sin que ese hombre, en el que están contenidos todos los humanos, se dé cuenta del abrigo que le llega desde la mirada desde una ventana, a quien no sólo no ve, sino que además ignora. La ventana personifica a quien desde ella mira, y quien desde ella mira puede trasmitir su generosidad a quien pase por la vereda o a quien descubra en otra ventana.  La ventana es la parte de adentro del encierro y la única salida del cuerpo a un exterior aparentemente vacío, a través de los ojos. El observador y el que observa, el que escribe y el que lee, dice Gustavo, relación binaria vital para la existencia de la existencia. Límite entre un afuera y un adentro posiblemente visto gracias a los padres que han enseñado el registro de los otros, reza el agradecimiento al comienzo del libro. Haber aprendido a registrar a otro sea entonces la piedra fundamental para comprender la secuencia del mundo que se abre al abrir Entre ventanas.

El encierro y la soledad funcionan como disparadores de una necesaria relación con el otro. Entre ventanas tiende puentes, se tienden puentes, se descubre, espiando, merodeando a través de los vidrios en cualquier momento de un día que se siente extensísimo.

La imagen está afuera y es menester traerla, asirla, y desmenuzarla para luego rearmarla en poema.

La estructura del edificio desde la vereda hasta la azotea es un universo replicado miles de veces, y la mirada que se hace voz se despliega en su hábitat reducido, solo y encerrado, pero que se extiende al infinito de las relaciones humanas, de cada alegría o infortunio del otro que vive, también solo y encerrado, detrás de su ventana. Tender esos puentes, pareciera, ha sido una forma de supervivencia.

La vida que se prepara en el mar salado, más arriba la selva, la marioneta que añora el viento, la sed del malvón, la lucha constante al olvido, un gato que se hace el muerto para cazar una paloma. Un simbolismo tras otro desarrolla Gustavo en cada intervención, con cada mirada sagaz. La voz del encerrado, la voz del solitario ve a una mujer que reza, ve alguien que será traicionada, ve música, ve alguien que espera, a alguien a quien le crecen alas, ve ancianos, risas y llantos, ve su reflejo, el despiadado yo que espía.  “Toda la vida ahí, toda la muerte.”

Gracias Gustavo.

 

Daniel Casas Salicone

domingo, 4 de agosto de 2024

Palabras de NANCY MONTEMURRO sobre BOCA GRANDE

 


Para verte mejor

(Reseña sobre el libro Boca Grande de Gustavo Tisocco)

Por Nancy Montemurro

 

El libro Boca Grande de Gustavo Tisocco es un libro audaz y valiente. El autor nos introduce en una temática escondida y/o negada por la moral y las buenas costumbres. Pareciera que la visión ejerce poder sobre lo que debe ser nombrado: no se ve, no se dice; y si no se dice, no existe. Este es el desafío que enfrenta Gustavo Tisocco, ya que se atreve a poner luz, como él mismo lo afirma, “a lo que existe y existirá”, aunque no quiera verse. Tisocco trabaja sobre la trama de la mirada, destejiendo los velos que ocultan la realidad.

Con poemas breves, que bien podrían semejar los pequeños pasos de quien se adentra temeroso en un bosque, nos hace entrar en los mecanismos del mercado del placer. No encontraremos en este libro golpes bajos ni efectistas. Nos hallamos ante una poética sutil que con extrema precisión muestra la fragilidad humana, común a todos y a todas.  Del mismo modo que tira de un hilo y algo queda en evidencia, también enlaza otros hilos que, lejos de mostrar lo vil, muestran la belleza del deseo humano. Por lo que su tarea es doble. Por un lado, poner a la vista lo que no se ve. Por otro, cambiar la valoración ya estipulada por una sociedad heteropatriarcal.

El bosque engendra peligros, por eso en el cuento original, la madre advierte a Caperucita tener cuidado con el lobo. Ya entonces, el lobo es una figura prefijada como peligrosa. ¿Pero lo es realmente? Al transpolar el bosque a la ciudad, la boca grande “para comerte mejor” puede ser la del Lobo, la de Caperucita y es la boca de la misma ciudad “que te devora”. En este libro, “devorar” está marcado con el sentido del peligro, pero también del anonimato, del borramiento. Podríamos decir que actúa en forma de visión. La gran ciudad te engulle, no sos nadie, sos un anónimo, y aunque seas Caperucita de noche, de día podrías ser “ese hombre invisible que nadie ve”, así como el nocturno Lobo podría aparecer entremezclado en el gran  magma urbano, ser un disfraz, un mercader de golosinas, cualquier hombre con anteojos, cualquier padre de familia.

Sin embargo, devorar también habla de goce, del aullido del Lobo, del néctar salino y espeso que tanto Bestia como Caperucita toman. De la entrega y el deleite de todos los sentidos. Olores, sabores, tersuras, caricias, el susurro al oído de cada deseo. Así, Caperucita quedará satisfecha y el peligroso Lobo, que ”vino dispuesto a matar”, puede salir domesticado. Por eso hay reglas: el amor es remplazado por el dinero. Esto es sólo una transacción donde amar no cuenta. Amar sería lo verdaderamente peligroso.

Entonces otra temática se filtra: la del valor del servicio. Ligado a la jerarquía de los barrios, a los placeres otorgados, a las horas compartidas, en definitiva, “amar a un Chico Lobo sólo insume plata”. Todo se trata de poder vivir. Buscar el placer porque se tiene sed o dar el placer porque se tiene hambre. Variables de las escalas sociales que tampoco son vistas. ¿Quién el rico, quién el pobre?

En este entrelazado de relaciones entre un hombre y otro, entre una Caperucita y un Lobo, se vuelve muy fino el hilo que separa los sentimientos. “No hagas que llore por vos / no me digas que me amás”. Tal vez no haya amor en estas transacciones, pero sí hay una mirada amorosa. El yo que transita estos poemas, ve al otro tal como es. Sabe que es Lobo y conoce los peligros (engaños, robos, promesas incumplidas). Sabe que es Lobo y conoce sus debilidades (tristezas, necesidades, sueños, añoranzas). Lo muestra con dulzura, con cuidado. El Lobo, a su vez, “tiene la capacidad de ver a hombres transparentes”. Y esa forma de encontrarse y reconocerse en lo más primordial de lo humano, es la mejor manera de verse.  Quizás este libro encierre mucho más amor del que nos imaginamos. Cuando Caperucita y Lobo saborean juntos frutillas, ambos se sacian (ya sea en su erotismo o su hambre). Luego de eso, que el mundo se derrumbe.

miércoles, 24 de julio de 2024

Palabras de ELENA GARRITANI para BOCA GRANDE

 


Juan Gelman  dijo la poesía es resistencia frente a un mundo que se vuelve cada vez más cruel, cada vez más terrible, deshumanizante, porque todo lo que pasa no está fuera de lo humano, y creo que la palabra es una forma de resistencia.... por supuesto hay muchas otras.

 Boca Grande, el último libro de poemas de Gustavo Tisocco, es un  largo poema en versos. Sostiene un argumento  conciso, original  que mantiene la    fuerza,   intensidad e interés en toda la obra.                                                              

 Esta obra poética  puede leerse de una vez, y releerse varias, para volver a disfrutarla. Y reafirma como en libros anteriores de Tisocco su arte poética: austera y necesaria.                                                                                                        

Gustavo, es entre tantas cosas pediatra,  generoso difusor cultural de poesía, hombre sensible, gay, poeta.                                                                                                          

“Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, dicho atribuido a León Tolstoi, es el modo en que resuena para mí “Boca Grande”.  El tema es una forma original   de contar Caperucita Roja, es sencillo y puede sintetizarse brevemente, pero sería incurrir en un error. Porque no es el cuento de Caperucita Roja, va mucho más allá.                                                                                                                

Todos nos perdemos en el bosque, siempre con una herida inicial. Tanto la niña púber que  va con la merienda en una canastita, advertida por su madre que debe seguir el camino más corto, pero el deseo se interpone, el bosque es la necesidad de perseguir su deseo, de desafiar el peligro, de acallar la soledad.

 

Cito al autor

 

 “La leyenda podría ser Blanca Nieves o Cenicienta,  Caperucita/es como cenicienta/solo/que la magia se acaba/ cuando se acaba la plata/”

“Caperucita/podría ser como Blancanieves/ y despertar con un beso de amor/Pero aquí no hay príncipes/ solo hay lobos/ pero no te besan/como en los cuentos/a veces/tenemos al lado un príncipe/bien peinado/ropa impecable/auto blanco/creyente/universitario/gratuito/rutinario/aburrido./”

“Por eso/ uno termina/suplicando/  ¿Lobo estás?” 

La vida se pierde y se gana en el bosque. Queremos encontrar el amor, huir de la soledad, abrevar en la fuente del deseo, a veces sucede, pero no dura siempre. Cambiamos de ciudad, de hábitos, envejecemos. El poeta vuelve a la infancia a tomar la merienda con la abuela en su ciudad natal, donde también buscó al lobo, y perdió ilusiones.  En la gran ciudad también hay bosques. Siempre hay lobos y Caperucitas. Devorantes y devorados somos todos.

Nos preguntamos quién es Caperucita  y quién es el lobo. Acaso la/él deseante y el  deseado.  Caperucita se compromete a  pagar al lobo para que cumpla su labor profesionalmente, darle placer. Ese espejismo del amor tiene un precio, suele ser efímero y breve.                                                                         

 

Cito a Tisocco:           

 

“/Pagarle a un chico Lobo/ es barato/ si no te enamorás/ “

 

“/Nunca le pidas a un Chico Lobo que no aúlle el alarido está en él como el dolor. /A veces conseguir el pan insume tristeza/ “

 

Soy interpelada por Boca Grande, su lenguaje me lleva, me captura.                          

Sin duda  Gustavo se conoce a sí mismo y ha reflexionados sobre su vida. Mientras los hechos acontecen los desgrana, lo que hace posible un cinismo inteligente. Razón por la que puede sostener un tono primordial y propio.                                         

Este análisis es naturalmente incompleto, lo esencial es leerla, porque el  tema penetra la condición humana y el sentido de la vida, un tema universal en la literatura.

 

Elena Garritani

Para el Diario digital LA RAZÓN DE CHIVILCOY

(Gracias a Mauricio Capiello por la transacción)

Contratapa del Libro BOCA GRANDE por OSVALDO BOSSI

 


Manual de supervivencia en el bosque oscuro del deseo, donde cada poema parece decir una verdad, y al mismo tiempo contradecirla, como si no hubiera suelo posible (cielo posible) sino una serie de dichos y entredichos, de reglas firmes que, sin embargo, terminan por diluirse, dejando al descubierto algo que ya no está o que no estuvo nunca. 

A tal punto, que a veces entre Chico Lobo y Caperucita no hay diferencia. Como si fueran las caras de una misma moneda, nos preguntamos: ¿quién se devora a quién? ¿Quién es el Lobo y quién Caperucita en este Teatro de la soledad, de los cuerpos que se entrecruzan en un pacto de placer donde el amor no existe? Donde el amor, en todo caso, si alguna vez llegara, lo arruinaría todo.

Entre la celebración y la amargura, entre la magia y la cruda realidad, la belleza de los cuerpos y la caída de los cuerpos. Estos poemas hablan de lo que no se habla, y lo hacen con un lenguaje ambiguo, y a la vez preciso, y siempre lúcido, iluminando zonas que suelen estar a oscuras o mal iluminadas.

Gustavo Tisocco, en este bosque de palabras donde el deseo es Rey (o Reina) ha hecho una jugada difícil con este libro: hablar de la soledad, hablar del deseo (de la soledad que es todo deseo) como si se tratara de un cuento infantil. Un misterioso cuento infantil, donde al final todo acaba, o nadie acaba. Aunque un aullido silencioso atraviese cada uno de sus poemas.

 

Osvaldo Bossi

Palabras de SUSANA ZAZZETTI sobre BOCA GRANDE

 


Boca grande de Gustavo Tisocco

 

   un niño con ojos rodeados de silencio y vacío de amor me derrumba el alma. un pájaro en su intento de volar aún con su ala rota hace explotar mi angustia.   un libro con la boca grande donde debiera caber todo el amor y la comprensión del mundo me hace sentir mínima, pequeñísima en este deseo sin frenos de salir corriendo y abrazar el dolor ajeno que no lo es tal cuando también lo siento mío porque “para que pueda ser he de ser otro” decía Octavio paz. sí. otro. sentirte su igual  en  cada proceso humano que

corra por las vías de la igualdad.

Gustavo Tisocco ha escrito un libro con la calidad literaria que lo caracteriza, lo ha escrito con la sed, con la garganta, con los pulmones, con la respiración entrecortada  donde viven paralelos el dolor y la ternura. lo ha escrito con venas de sangre que corren por el interior de muchos como si fueran venas de agua, sabiendo que el agua no siempre es insípida e incolora. por sus grietas se cuelan   también malos vientos que destruyen lo ya construido en un batallar que mientras exista un ignorante no va a prescribir nunca.

Boca Grande representa una morada donde no debe entrar el aullido de ningún  animal porque está ocupada por una sinceridad que eleva, que tiene la profundidad del abismo sin fondo y la extensión eterna del atlántico.

Boca grande, escrito con los hilos que va tejiendo la vida, luce los ojos de la palabra que ninguna mirada puede borrar, tiene la intensidad necesaria para ser leído a campo abierto o tal vez frente al fuego pensando en que  el arco iris de la llama nos acerque al  tierno temblor que provoca cada verso.

 

Susana Zazzetti

Palabras de SYLVIA CIRILHO sobre BOCA GRANDE

 


Boca Grande, el último libro de Gustavo Tisocco. Un respirar lento y agitado que dice escribiendo en una Buenos Aires que busca o expulsa corazones. La dualidad del no amor y de la cicatriz que dejamos que sea en la piel y en los huesos. Y que es placer.

El tiempo sigue y sigo leyéndolo porque merece mi devolución personal.

No dejen de tenerlo.

Interpela, raspa.

 

Sylvia Cirilho

Palabras de ROMINA R. SILVA sobre BOCA GRANDE

 


Llegó BOCA GRANDE y no pude más que devorarlo ✨✨✨ como siempre Gustavo Tisocco nos sorprende con su desafiante poética que interpela nuestro lugar ante la soledad y el deseo. El poemario es intrépido, nos atrapa y se queda resonando, como si una y otra vez leyeramos un cuento en el bosque mental. El poder que Gustavo advierte en los vínculos de Caperucita y el Lobo hace que todo sea posible o no, todo sea negociable o no, ¿menos el amor?.

Nos queda un aullido solitario. Nos queda la poesía

Felicitaciones querido amigo admiro tu valentía !!!🙂 Siempre sos un ejemplo.

Abrazo 🌈✨🐺

 

Romina R. Silva

Palabras de MARÍA GOLD sobre BOCA GRANDE

 


BOCA GRANDE de Gustavo Tisocco un libro publicado por editorial Camalote y bellamente diseñado.

Las palabras del poemario de Gustavo

nos cazan con Z mayúscula de cazador.

Intento anticipar las acciones, pero se funden y se confunden los límites entre deseo y anhelo.

Los roles de las caperucitas y los lobos pueden intercambiarse, pero no,

pero si.

Con consentimiento.

Peligros reales.

Peligros imaginarios.

Los secretos.

Los tabúes.

Las sombras, los lados B y los bosques aparecen en cada poema.

Por eso dije tres veces valiente.

El encanto.

Los pies de un lobo que huelen a frambuesas.

Nada es lo que parece.

Pequeñas alegrías de encuentros recargados de inmensos fuegos.

Poemas llenos de  perfumes.

Reales. Artificiales.

Originales. Regalados. Comprados.

Contrastes.

En el mes del orgullo celebro este libro de mi querido Gus con todos sus gradientes. 🌈✨❤

 

María Gold

Palabras de ALEJANDRA NUÑEZ YAMIL sobre BOCA GRANDE

 


“A veces conseguir el pan insume tristeza”…

“Se paga por la mejor fruta”…

                          Gustavo Tisocco


Primero quiero decir que Gustavo es de una generosa fidelidad humana, un enorme poeta.

Este libro “Boca Grande” además de su formato tan cálido e intimista está plagado de poesía, allí donde la lengua se mueve en sus sentidos más reveladores. Entre el lobo y caperucita la mutua razón del desgarro. Existir entre abrumadoras soledades, lejos del amor, cerca del amor. Con los cuerpos poseídos entre mentiras y jugosos frutos. Los ojos cerrados a un mundo que aúlla sobre imágenes, la necedad vestida en los cuerpos, un silencio en los callejones del sexo grita la realidad. Entre tanto las palabras y su canto nos viene a despertar, a descubrir.

Osvaldo Bossi nos invita a viajar por esta poesía con sus palabras que nos seducen y nos inquietan. Mucho para decir, mucho para callar. Entretanto iremos a la manera del Divino Marqués mostrar lo que del sexo nos debilita, nos corrompe o enaltece.

¡Oh humanos con cuerpo de lobo y Caperucita!

Gracias Gustavo Tisocco, gracias poeta

 

Patricia Nuñez Yamil

Palabras de DANIEL RUIZ RUBINI sobre BOCA GRANDE

 


BOCA GRANDE de GUSTAVO TISOCCO

Si el amor está ausente, el deseo se convierte en una mercancía que se compra y se vende en los bazares de la urgencia.  La oferta y la demanda le confieren un valor. La necesidad económica parece aumentar la oferta. La soledad incrementa la demanda.

En el mercado del deseo Caperucita cae en la trampa o tiende las redes para el encuentro. El Lobo se disfraza de lo que sea para satisfacer. El amor sigue siendo el gran ausente en las vidrieras de la sed  y el hambre,

Gustavo Tisocco pone en juego a estos dos personajes (o prototipos o metáforas) en un escenario  donde cualquiera puede ser el cazador y la presa, incluso se pueden ser ambas cosas a la vez.

Sin sentimentalismos ni golpes bajos, dibuja a estos seres de una manera precisa y certera, apelando al humor y a la ironía cuando es necesario.

Un libro para leer con la boca bien abierta por si el Lobo viene a visitarnos.

 

Daniel Ruiz Rubini

sábado, 20 de julio de 2024

Palabras de ALFREDO LEMON sobre BOCA GRANDE

 


Como bien refiere Bossi "has hecho una jugada difícil con este libro: hablar de la soledad, hablar del deseo (de la soledad que es todo deseo) como si se tratara de un cuento infantil." 

Personalmente creo que todo encuentro de cuerpos entre adultos supone un acuerdo de voluntades libérrimas que transitan un siempre misterioso, peligroso y cautivante territorio o zona de anhelo o pasión.

Sobresalto o explosión de un ansia que nos empuja hacia aquello que nos falta.

Lugares donde el sueño y la pulsión erótica abren un abanico de múltiples posibilidades.

A veces gozosas, más puras o más salvajes, transitorias, duraderas, cambiantes o rápidas.

Todo ello, con más o menos, con o sin, turbulencias, equívocos, dolores, satisfacciones o desgarros, primordialmente, cuando se roza o se involucra algún sentimiento,donde no es fácil tener coincidencias.

Jean Paul Sartre señalaba que el hombre es esencialmente deseo de ser. Y que el sentido, en última instancia, es ese deseo de ser, una proyeccción.  También Gilles Deleuze hábilmente advertía: el deseo primero es mucho, después la posesión muy poco. Porque el deseo de algo nace el "doble" que de él se espera antes de concretarse y que luego satisfecho se percibe distinto, dado que aspira e inspira a la imaginación. 

Estimo que la apetencia sexual o la voluntad de placer es uno de los pilares fundamentales de nuestra condición humana, en la cual, nos sostenemos vitalmente y desde donde podemos explayarnos como seres sintientes y reconocernos en extremos increíblesy maravillosos. Pero también, que ese mismo sitio o estadio, expone nuestra vulnerabilidad más profunda. 

Concretamente y dejando de lado las especulaciones; la belleza y el buen manejo de tus palabras poéticas y tu voz vivencial madura, trasmiten y reescriben de un modo muy original y aggionado, ajustado y sorprendente, siempre comprometido y con valentía, ese cuento o fábula que supieron decirnos en aquél tiempo de niñez y que llamaron Caperucita y el Lobo. 

En cualquier caso, "El dolor es flor emergiendo del resquicio perfumando el espíritu. Es signo de haber podido volar". 

Muchas gracias por compartirnos tu vuelo sin tapujos, desplegado a diferentes y singulares interpretaciones, en cada una de las realidades y situaciones descriptas, querido GUS. 

Quizás uno de los momentos que más intensamente en secreto me sugirieron, de los tantos modos de relación que se instalan en tu poemario, fue la antológica frase que sentencia: "Hay hombres que tienen tristezas escondidas y las disfrazan de Lobo" 

Con mis casi 65 años puedo decir agradecido: gloriosos cuerpos sometidos al amor y al desamparo...golpearon mi corazón como vivas campanas...ahora sólo perduran como destellos, frágiles esplenderos de un hoy casi inmóvil en el fondo de mi alma... 

Felicitaciones y más bendiciones para tu obra, valioso amigo.

sin dudas que este último poemario emocionante reafirma en plenitud tu trabajo creativo, tu destacada presencia en el ámbito de nuestras letras.

 

Quiero marcar asimismo lo atinado del arte de Damián Rucci.

Y también felicitar a Proyecto Camalote y lo impecable en la manera de distribución y envío a Córdoba por parte de Fernando. 


Alfredo Lemon

miércoles, 27 de marzo de 2024

Palabras de IVANA SZAC sobre ENTRE VENTANAS

 

 

    El libro Entre ventanas de Gustavo Tisocco, tiene  en la  tapa, la imagen de una pared amarilla con tonalidades azules y en un rincón una silla roja. Eso que vemos puede inspirarnos calma,   luminosidad, soledad o lo que cada uno pueda percibir. A partir de esa bella pintura, el poeta nos adentra a un ambiente  cotidiano, al hogar donde se vivencian momentos que quizás conocemos, naturalizamos o desconocemos por completo.

    Los textos de este poemario son breves y precisos, “siete niños / siete hijos varones. La madre amamanta al lobo”.  Esos versos describen una  situación puntual, que seguramente conmueve a cualquier lector. Son versos que movilizan hasta lo más profundo.

 Sabemos que el  poeta es un gran observador y  en muchas ocasiones, hace foco en lo que le interesa,  “en el afuera”,  descubriendo así  distintas realidades. Las ventanas, ( las protagonistas de este poemario) le permiten llegar lejos, llegar a otras vivencias. Las ventanas funcionan como espejos de la realidad. De una persona que vive sola, que está triste, que vive con su pareja, que tiene varios hijos o mascotas.  

     Tisocco con su  delicado lenguaje nos muestra momentos que capta a través de su percepción y  sensibilidad. Celebro su escritura.

“En esa ventana, en ese balcón, un canario,  un cactus, un potus y un gato.  Eso es la selva para ellos, toda la selva”.  Aquí podemos observar una enumeración de elementos que para algunos podría no significará nada, sin embargo, para otros, puede serlo todo, ya que es valioso  todo lo que tiene. 

       Al seguir leyendo  nos encontramos  con momentos difíciles de atravesar que pueden marcar la vida de alguien, en especial de un niño. Gustavo escribe “Una niña vomita, se lastima./ Sería tan bueno/ que su madre la vea/ de verdad/ la vea”. En estos versos el efecto de la repetición le da un excelente remate al poema. Nos indica cómo esa madre no le presta atención a su hija y eso provoca una gran desolación.

   Quizás estos poemas se pueden relacionar  con la época de la pandemia, con  estar varias horas adentro de una casa  y  mirar qué sucede afuera o simplemente nació de una necesidad de “mirar” y expresar, esas distintas realidades que se veían a través de las ventanas, en otros edificios. Quizás pocos se detuvieron a pensar que el balcón se convirtió en un símbolo de gran importancia  en las grandes ciudades,  ya que nos comunica con el exterior, con los vecinos, con sentimientos que nos genera el cielo o una pequeña brisa. A través de un balcón se transmen sonrisas, gestos, saludos o gritos.

 “En esa ventana/ a veces da el sol/ lástima las cortinas y las rejas” , quiero destacar la sutileza del poeta que sin decirlo  transmite un sentimiento tan fuerte como lo es el encierro.

    Disfruté mucho  leyendo este poemario, me sorprendió gratamente y me parecieron  maravillosos los poemas breves que abordan temas fuertes como: la naturaleza,  la violencia, el amor, la niñez,  la traición y la soledad. Celebro con alegría la publicación de este libro de la mano de Mascarón de Proa. Lo recomiendo fervientemente y  le deseo buenos augurios para que siga transitando y llegue  a muchos lectores.

 

Ivana Szac

2023

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Palabras de LILIANA CORREDERA sobre REINA

 


REINA

Gustavo Tisocco

Summa Poética – Vinciguerra, 2023

 

Este poemario, desde su comienzo, avanza con una lírica que da visibilidad, reconocimiento e identidad a un sujeto poético que declara,  Como mi madre/ yo también nací reina/ enjaulado en este cuerpo esclavo y sediento/ prisionero de un designio/ en el que no me reconozco.

Entonces el texto se vuelve cómplice, se acerca humanamente al lector y  se comprende el alcance que tiene cuando expresa Soy reina/ porque elijo serlo/ y perpetúo así una especie rara para algunos/ no tanto para otros.

La escritura se torna  intimista, se evocan experiencias iniciáticas donde es el deseo el que va guiando el camino y es la seducción de la libertad y las sombras de lo prohibido.

Poesía honesta, franca, sin máscaras pero con el sello de la tristeza adherida a la piel Muchos hombres llevan mi marca/ y andan por ahí/ recordando mi canto triste.

Texto que, en su devenir, le permite al yo poético, procesar esas vivencias amargas y dulces al mismo tiempo. Aquí la palabra es un recurso que, en su capacidad de  transformación, ofrece  imágenes que transmiten una hermosa sensualidad y el intenso afecto de relaciones amorosas Me gustan los hombres tristes/ porque tienen historias.

Amar se convierte en una marca imborrable/ a fuerza de pasión y entrega/ tatuada desde el mismo miedo, la cobardía/ la resignación.

Hay dignidad en este camino,  que se recorre, a veces, con la incomodidad de la incomprensión. 


 (Liliana Corredera)

domingo, 15 de octubre de 2023

Palabras de NORA CORIA sobre EL SOLO

 


 

PRESENTACIÓN DEL EL SOLO, de GUSTAVO TISOCCO, por NORA CORIA

 

Este libro conmueve desde el mismo título “El solo”.

Si nos quedáramos apenas con el título, podríamos imaginar la soledad en una única persona, como si no hubiera nadie más que ese solo, pero al adentranos en la lectura de los poemas hallamos a este solo como universal, es la Humanidad, es el ser humano, y es el lector identificándose, empatizando, sintiendo el amor, el desamor, la nostalgia, la vida, la reflexión sobre la muerte, la inmortalidad. El solo habla de una soledad universal.

Dice el poeta 

        

Hay tanta soledad

como seres

habitando el universo

 

Pero la soledad no siempre es dolor

 

A veces la soledad duele

lastima

como si un puma te arañara por dentro

un puma con hambre

enjaulado

sediento.

En otra es refugio

como si un jardín

invadiera tu sombra

 

 Y acaso también sea un dolor que trasciende hacia la esperanza cuando aparece en palabras del autor como esa gota de lluvia en lo árido o como dice en uno de los poemas 

    

una semilla

tengo en mis manos

y es toda la esperanza.

 

Seguimos leyendo y encontramos poemas donde el vuelo poético se despliega a través de versos que nos hablan de la naturaleza, del amor, de la soledad, de la comprensión, de la empatía con el que sufre.

 

Solté

los pájaros de la jaula

les abrí la puerta

y me encerré.

Los únicos que vinieron a rescatarme

fueron ellos

-los antiguos prisioneros-.

 

Finalmente quiero decir que, si El solo fuera un libro de una sola página y esa página fuera la del primer poema, yo estaría feliz con ese libro porque estaría encontrándome en esos primeros versos con el Gustavo que tantos queremos y admiramos. Por supuesto que a lo largo de todo el libro hallamos a Gustavo, pero en esa primera página, creo yo, se nos presenta, se sintetiza este querido y talentoso ser humano.

 

Dice:          

 

No es poeta.

Come una naranja y sólo siente el dulzor

el ácido en la boca.

Sólo eso.

No es poeta.

 

Hemos hablado con Gustavo en alguna oportunidad sobre cómo podría ser poeta alguien que avala la violencia, alguien que no ama a sus semejantes. Y con estos versos justamente nos está diciendo que un poeta siempre va hacia lo profundo, va más allá con la emoción, con los sentimientos, con su posición ante el mundo, la sociedad. Para un poeta una naranja no es simplemente una naranja, quizá signifique amor, quizá único alimento en un refugio, quizá tantas otras cosas, pero no será apenas una naranja. Y éste es Gustavo. Me llega esa página como si fuera su carta de presentación. Por lo que dice y por cómo lo dice con su poesía que fluye natural y llega profundo.

¡Por suerte eso de una sola página es una ocurrencia mía, nada más! Por suerte el libro cuenta con más de 80 páginas y son muchos los poemas donde podemos encontrar a Gustavo Tisocco, hermoso poeta, conquistador de palabras.

  

Nora Coria, escritora y coordinadora de Rutas literarias

Ramos Mejía, octubre 2023

viernes, 22 de septiembre de 2023

Palabras de AURA RE sobre EL SOLO

 


EL SOLO


Gustavo te pido permiso para decir desde mi emoción, solo desde ahí.

Tu espejo te refleja y proyecta en tu soledad a tantos/ tantas...la hace universal.

Decir para casi todos es un valor enorme, un cobijo, casi un consuelo para quienes nos vemos en ese espejo.

Nacer, iniciar el viaje, ir hacia el abismo, habitar la pena y trascender con la semilla esperanzada entre las manos. Camino que muchos transitamos.

La añoranza de aquella casa " la gloria".   ..." hoy soy mi casa / pero no aquella "...

El vacío, el nombre que aún sangra, el nostalgioso río, ..." el refugio sin sol"...

El Amor..."esa odisea"...es ..." como un perro abandonado ". El amor que ampara, sacia y es despojado.

Y el clamor ..." yo te amaba" / " vos me amabas"  " y nos fuimos alejando"

Soledad y amor. Amor y soledad.

Pero hay un final esperanzado

..." un brote de sauce entre tanto desamparo"...

Una gota de lluvia en la aridez.

 

Gracias por tu poesía. Gracias por tu generoso y sostenido trabajo.

Un abrazo.

Aura.

viernes, 26 de mayo de 2023

Palabras de JOSEFINA FISCHER en la Presentación de EL SOLO en Mar del Plata

 

 

El solo. Gustavo Tisocco

La primera lectura que hice de El solo, era domingo más noche que tardecita, con todas las características estereotipadas de cuando decimos: domingo de otoño en Mar del Plata. Viento. Lluvia. Humedad. Viento y más viento. Ante cualquier crítica, desde mi punto de vista fue el mejor escenario para la lectura de El solo. El viento no era solo la ciudad en la que estaba, era quien se confiesa el escribiente de El solo, “no soy yo/el que escribe/es el viento”, un viento que trae semillas de amapola, tinta roja de un corazón. No hay nada más insistente que el viento, lo sabemos, está en todos lados y hace resaltar los aromas de cualquier jardín.

EL SOLO se entrega a nacer casi como a un abismo “Ni bien nos cortan el lazo maternal/empezamos a descubrir/que todo será abismo”, habita la pena, pero también la esperanza, la desilusión de la promesa no concretada, la desilusión de que “el mar era mentira” pero también la esperanza: porque siempre hay un Pero, dice: “Pero apenas una semilla/tengo en mis manos/y es toda la esperanza”. EL SOLO exige casi pidiendo clemencia, piedad, exige la confirmación de un cielo, de un horizonte, necesidad de un Dios “que se apiade”; hay una entrega a otro que lo despoja, le recuerda y le confirma que él es EL SOLO “te amparo saciándote/me amparas despojándome”. EL SOLO vuela, se inquieta por un paraíso, duda de la existencia de un paraíso. EL SOLO se hace llanto, gota de mar, semilla, raíz, fruta, muta, resiste, no se reconoce en las imposiciones “Ya no reconocerme/como cuando me ponían el traje de futbolista de niño”.

EL SOLO resiste porque tiene la potencia que promete la semilla: el crecimiento.

 

Josefina Fischer.

Mayo 2023

miércoles, 18 de enero de 2023

Palabras de SANDRA GUDIÑO en la presentación de EL SOLO en Arroyo Leyes

 


El Solo

de Gustavo Tisocco 

 

Presentación en el Festival de Poesía de Arroyo Leyes, viernes 13 enero de 2023 

 

Busco en la definición, en esa circunstancia de estar solo o sin compañía; en ese sentimiento que se tiene por falta o ausencia,

pienso en la irregular gráfica de fiebre de un caso grave de melancolía:

Me pregunto si soy yo quien come una naranja o si sólo espero, hoja en blanco, el dulzor, el ácido en la boca. Entonces te leo Gustavo Tisocco. El solo, discurso poético con un tema provocador. Provoca y cuestiona. Libro amoroso que aborda la soledad en todas sus facetas.

 

El solo, no sos vos quién escribe, es el viento, ese que me moja la cara, ese que no tiene sombra.

No sé escribir una reseña a la medida de tu palabra, poeta, no sé cómo decirte antiguo precepto / oración / quejido sin quebrar mi espina de agua, sin oír jilgueros en el canto a la altura de la mañana que se bifurca en esto o aquello para ser al fin, la misma poesía.

No sé si estremecerme en la esperanza de la semilla en tu mano o regresar de prisa a la infancia que aún te construye y te hace temblar, poeta, a lo lejos en mi yo también naciendo rosa lapacho, en mi yo que necesita del Dios que se apiade

Ahhh!! Tal vez sea ese gesto de replegarse junco que me abre a tu tratado sobre la soledad, a tu tratado sobre la elección / o no.

 

Tal vez sea ese gesto que me deje sola, parada en medio de mi íntima multitud y sea tu palabra o sólo su música que llueve / llueve y acuna / toda mi soledad.

Veo a cada Gustavo al que podría llorar pero ríe a ese Gustavo a quien le duele un nombre en la boca y sangra. Yo también espero el derrumbe y veo en cada Gustavo el último destello como veo cada paisaje en tu palabra, es ahí donde captás la esencia, ejercicio de luz, hasta la transparencia, sentido transformador en mi niña lectora.

 

Gustavo Tisocco poeta que dibuja a cada uno y a todos El solo para tomarlo de la mano y que el ojo contenga su vieja levedad. El solo poemas tan depurados donde la mirada del lector está presente: y al final / esto era la vida

Orfebre de la palabra, vos, el incurable, la soledad te nombra, te constituye sobreviviente destino de pájaro. (¿a caso no es también el nuestro?)

 

Hundo las manos en la intersección que dejan las tuyas, también me construyo, no estoy sola, no, otros seres en mi sangre escribieron soledades para leerte y encontrarme, en vos.

En El solo cada poema es un punto de partida sobre el fluir del tiempo entre silencio y soledad, fueguito abrazador que purifica para que este mundo sea más sensible más profundo: Hubo una vez un paraíso /  y se cuestione: ¿lo hubo?

Recorro tu itinerario de vida, de escritura, sola.

Discurso reflexivo, reflexiones para los que pensamos la soledad como paraíso con hambre, hambre que rasga el poema.

Punzón alfarero, trazo infinito que hace realidad este anhelo de seguir estando con tus ojos de eternidad en la poesía, para vernos reflejados en una gota de lluvia y ser esa revolución en tu ojo de pez.

Dice Kafka: Un libro debiera ser como un hacha

para romper el mar de hielo

que llevamos dentro

Entonces digo El solo: maestría, eficacia para conmover, cuestionar y conducirnos a la desnudez herida de soledad. Imagen y contenido son un solo impulso revelador y desgarrado. Aquí la poesía es asidero, ya no como modus vivendi, sino como instinto de supervivencia.

Poeta de la belleza, de la maravilla. Avanzo con El solo entre las manos y te celebro poeta querido. Ahora, mis queridos lectores, mis queridos todos, disfruten ustedes.


domingo, 16 de octubre de 2022

Palabras de Susana Szwarc en la presentación de EL SOLO

 


 Tres semillas de sandía o partes de un rompecabezas (es el título con el me gustaría nombrar a este decir).

En una carta dirigida a su madre y a su hna. Nietzche escribe: Hay buenas razones para que me falten personas que coincidan conmigo, y sería ridículo para un filósofo exigir algo distinto.; resulta espantoso estar solo en la medida en que yo lo estoy. Pero entre la multitud Me sentiría más solitario que ahora.

¿Acaso es la soledad la que permite que la poesía  se dé?.

Zaratustra recomienda en no pocas ocasiones refugiarse en una necesaria soledad: “Estaba solo, y no hacía otra cosa que encontrarse a sí mismo. Entonces gozó de su soledad y pensó muy buenas cosas durante horas enteras”, o “¡Amigo mío! ¡Refúgiate en tu soledad!“.

 Cantaba Zaratustra: «¡Oh, soledad! ¡Soledad, patria mía!»

En definitiva, Nietzsche deja la opción abierta: es uno mismo quien, al fin y al cabo, ha de escoger: «En la soledad el solitario se roe el corazón, en la multitud es la muchedumbre quien se lo roe. ¡Elegid!».

Gustavo Tisocco habla de Un solo. Llama así a su libro, ¿o es un llamado?.  Y  comienza  este, su por ahora último libro,  con un hermoso poema donde  dice quién es poeta.  Y Lo dice mostrando quién no lo es. ¿Es la poesía Un oficio? ¿Una profesión? ¿Un acto de fe?  PÁG 11

 TAMBIÉN nos pregunta  Gustavo  si se elige este modo de ser. Y a través de un poema nos dice: No soy yo el que escribe /es el viento.

Entonces en el cuerpo del yo, es  otro el que  escribe, ya sea  el lenguaje a través del viento, por ejemplo el viento nos tomaráde  la mano, la llevara hacia el lápiz, hacia el tecleo de la máquina, ¿se podría decir que el poeta es un elegido? ¿Y tal vez esa elección implique otro modo de ser: ¿Un ser y estar Solo.?

Con estos poemas  empieza el recorrido de El solo,  el viaje desde el nacer que es olvidar y pensar en las flores, en el aire. Sin saber ¿todavía? que “todo será abismo”.

En Un solo   el sonido y las imágenes nos van envolviendo, y  Gustavo Tissoco, nos lleva a través del Pero, ese pero que a veces se nos escapa al ir escribiendo, aparece sin necesidad y que, sin embargo, aquí tiene el pero la fuerza de esa conjunción adversativa, y que lleva al camino del oxímoron, de la metáfora, de los conceptos que se contraponen para coincidir o no. (Ver/leer  los poemas con el pero).

 

En El solo, acompañan las flores, los pétalos, los pájaros, muchos pájaros revolotean las hojas del libro; pueden ser golondrinas, palomas, picaflores, gorriones, cigarras, y el corazón que puede estar enjaulado, otro pájaro el corazón.

Dice  Gustavo Tisocco en un poema :Late un pájaro en mi mano/tibia mi palma / y ese palpitar/ como de tambores.

y pág 35, pág 37. Los pájaros que están en la propia jungla que se es. Los pájaros a los que abro la jaula.

La soledad también tiene sus caras opuestas

A veces la soledad duele /como si un puma te arañara por dentro. Otras veces es “refugio /como si un jardín /invadiera tu sombra” ¿Una sombra dulce o amarga? o las dos cosas a la vez?

Esta simultaneidad imposible, esta yuxtaposición, aparece, se logra en este libro de Gustavo Tisocco. Una cosa y la otra, una bella sorpresa y junto a esa belleza, el abismo.

Y una tristeza que recorre como los pájaros, como las flores, estos poemas que nos recorren, porque al leerlos, al tener esa joya de libro en nuestras manos, al pronunciar sus palabras, también somos tristes y solos, porque queremos estar adentro del libro. Ser ahí.

Además Tisocco nos avisa del peligro de la eternidad, donde se está triste y solo, tanto tiempo, todo el tiempo.

Solo, único, solamente, separado de cada cosa. El solo de la orquesta que tiene que dejar a su grupo para hacer escuchar solo su voz, su violín.

Y el amor que nos puede llevar a una mayor soledad. Como la del mismísimo Adán, el eterno Adán que pobló la tierra.

Hay tanto soledad como habitantes somos nos dice Gustavo.

Y también que El único amor es el primero /los demás solo piezas de rompecabezas.

Así, somos cada uno unx parte del rompecabezas,  cada unx tratando de encontrar cómo componer,  cómo encajar con la otra parte, vivos o muertos.

Pág 87, pág 88 leer.

Y como aparece entonces ese Pero como una afirmación que hace que en esa soledad del desierto, en esa sequía del desierto, llueva.

No puedo dejar de citar estos versos  tan conocidos de Quasimodo:

“Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra traspasado por un rayo de sol y de pronto anochece”.

Y como este poeta, diría que Gustavo Tisocco es nuestro  poeta de la condición humana.

 

Susana Szwarc