miércoles, 13 de diciembre de 2023

Palabras de LILIANA CORREDERA sobre REINA

 


REINA

Gustavo Tisocco

Summa Poética – Vinciguerra, 2023

 

Este poemario, desde su comienzo, avanza con una lírica que da visibilidad, reconocimiento e identidad a un sujeto poético que declara,  Como mi madre/ yo también nací reina/ enjaulado en este cuerpo esclavo y sediento/ prisionero de un designio/ en el que no me reconozco.

Entonces el texto se vuelve cómplice, se acerca humanamente al lector y  se comprende el alcance que tiene cuando expresa Soy reina/ porque elijo serlo/ y perpetúo así una especie rara para algunos/ no tanto para otros.

La escritura se torna  intimista, se evocan experiencias iniciáticas donde es el deseo el que va guiando el camino y es la seducción de la libertad y las sombras de lo prohibido.

Poesía honesta, franca, sin máscaras pero con el sello de la tristeza adherida a la piel Muchos hombres llevan mi marca/ y andan por ahí/ recordando mi canto triste.

Texto que, en su devenir, le permite al yo poético, procesar esas vivencias amargas y dulces al mismo tiempo. Aquí la palabra es un recurso que, en su capacidad de  transformación, ofrece  imágenes que transmiten una hermosa sensualidad y el intenso afecto de relaciones amorosas Me gustan los hombres tristes/ porque tienen historias.

Amar se convierte en una marca imborrable/ a fuerza de pasión y entrega/ tatuada desde el mismo miedo, la cobardía/ la resignación.

Hay dignidad en este camino,  que se recorre, a veces, con la incomodidad de la incomprensión. 


 (Liliana Corredera)

domingo, 15 de octubre de 2023

Palabras de NORA CORIA sobre EL SOLO

 


 

PRESENTACIÓN DEL EL SOLO, de GUSTAVO TISOCCO, por NORA CORIA

 

Este libro conmueve desde el mismo título “El solo”.

Si nos quedáramos apenas con el título, podríamos imaginar la soledad en una única persona, como si no hubiera nadie más que ese solo, pero al adentranos en la lectura de los poemas hallamos a este solo como universal, es la Humanidad, es el ser humano, y es el lector identificándose, empatizando, sintiendo el amor, el desamor, la nostalgia, la vida, la reflexión sobre la muerte, la inmortalidad. El solo habla de una soledad universal.

Dice el poeta 

        

Hay tanta soledad

como seres

habitando el universo

 

Pero la soledad no siempre es dolor

 

A veces la soledad duele

lastima

como si un puma te arañara por dentro

un puma con hambre

enjaulado

sediento.

En otra es refugio

como si un jardín

invadiera tu sombra

 

 Y acaso también sea un dolor que trasciende hacia la esperanza cuando aparece en palabras del autor como esa gota de lluvia en lo árido o como dice en uno de los poemas 

    

una semilla

tengo en mis manos

y es toda la esperanza.

 

Seguimos leyendo y encontramos poemas donde el vuelo poético se despliega a través de versos que nos hablan de la naturaleza, del amor, de la soledad, de la comprensión, de la empatía con el que sufre.

 

Solté

los pájaros de la jaula

les abrí la puerta

y me encerré.

Los únicos que vinieron a rescatarme

fueron ellos

-los antiguos prisioneros-.

 

Finalmente quiero decir que, si El solo fuera un libro de una sola página y esa página fuera la del primer poema, yo estaría feliz con ese libro porque estaría encontrándome en esos primeros versos con el Gustavo que tantos queremos y admiramos. Por supuesto que a lo largo de todo el libro hallamos a Gustavo, pero en esa primera página, creo yo, se nos presenta, se sintetiza este querido y talentoso ser humano.

 

Dice:          

 

No es poeta.

Come una naranja y sólo siente el dulzor

el ácido en la boca.

Sólo eso.

No es poeta.

 

Hemos hablado con Gustavo en alguna oportunidad sobre cómo podría ser poeta alguien que avala la violencia, alguien que no ama a sus semejantes. Y con estos versos justamente nos está diciendo que un poeta siempre va hacia lo profundo, va más allá con la emoción, con los sentimientos, con su posición ante el mundo, la sociedad. Para un poeta una naranja no es simplemente una naranja, quizá signifique amor, quizá único alimento en un refugio, quizá tantas otras cosas, pero no será apenas una naranja. Y éste es Gustavo. Me llega esa página como si fuera su carta de presentación. Por lo que dice y por cómo lo dice con su poesía que fluye natural y llega profundo.

¡Por suerte eso de una sola página es una ocurrencia mía, nada más! Por suerte el libro cuenta con más de 80 páginas y son muchos los poemas donde podemos encontrar a Gustavo Tisocco, hermoso poeta, conquistador de palabras.

  

Nora Coria, escritora y coordinadora de Rutas literarias

Ramos Mejía, octubre 2023

viernes, 22 de septiembre de 2023

Palabras de AURA RE sobre EL SOLO

 


EL SOLO


Gustavo te pido permiso para decir desde mi emoción, solo desde ahí.

Tu espejo te refleja y proyecta en tu soledad a tantos/ tantas...la hace universal.

Decir para casi todos es un valor enorme, un cobijo, casi un consuelo para quienes nos vemos en ese espejo.

Nacer, iniciar el viaje, ir hacia el abismo, habitar la pena y trascender con la semilla esperanzada entre las manos. Camino que muchos transitamos.

La añoranza de aquella casa " la gloria".   ..." hoy soy mi casa / pero no aquella "...

El vacío, el nombre que aún sangra, el nostalgioso río, ..." el refugio sin sol"...

El Amor..."esa odisea"...es ..." como un perro abandonado ". El amor que ampara, sacia y es despojado.

Y el clamor ..." yo te amaba" / " vos me amabas"  " y nos fuimos alejando"

Soledad y amor. Amor y soledad.

Pero hay un final esperanzado

..." un brote de sauce entre tanto desamparo"...

Una gota de lluvia en la aridez.

 

Gracias por tu poesía. Gracias por tu generoso y sostenido trabajo.

Un abrazo.

Aura.

viernes, 26 de mayo de 2023

Palabras de JOSEFINA FISCHER en la Presentación de EL SOLO en Mar del Plata

 

 

El solo. Gustavo Tisocco

La primera lectura que hice de El solo, era domingo más noche que tardecita, con todas las características estereotipadas de cuando decimos: domingo de otoño en Mar del Plata. Viento. Lluvia. Humedad. Viento y más viento. Ante cualquier crítica, desde mi punto de vista fue el mejor escenario para la lectura de El solo. El viento no era solo la ciudad en la que estaba, era quien se confiesa el escribiente de El solo, “no soy yo/el que escribe/es el viento”, un viento que trae semillas de amapola, tinta roja de un corazón. No hay nada más insistente que el viento, lo sabemos, está en todos lados y hace resaltar los aromas de cualquier jardín.

EL SOLO se entrega a nacer casi como a un abismo “Ni bien nos cortan el lazo maternal/empezamos a descubrir/que todo será abismo”, habita la pena, pero también la esperanza, la desilusión de la promesa no concretada, la desilusión de que “el mar era mentira” pero también la esperanza: porque siempre hay un Pero, dice: “Pero apenas una semilla/tengo en mis manos/y es toda la esperanza”. EL SOLO exige casi pidiendo clemencia, piedad, exige la confirmación de un cielo, de un horizonte, necesidad de un Dios “que se apiade”; hay una entrega a otro que lo despoja, le recuerda y le confirma que él es EL SOLO “te amparo saciándote/me amparas despojándome”. EL SOLO vuela, se inquieta por un paraíso, duda de la existencia de un paraíso. EL SOLO se hace llanto, gota de mar, semilla, raíz, fruta, muta, resiste, no se reconoce en las imposiciones “Ya no reconocerme/como cuando me ponían el traje de futbolista de niño”.

EL SOLO resiste porque tiene la potencia que promete la semilla: el crecimiento.

 

Josefina Fischer.

Mayo 2023

miércoles, 18 de enero de 2023

Palabras de SANDRA GUDIÑO en la presentación de EL SOLO en Arroyo Leyes

 


El Solo

de Gustavo Tisocco 

 

Presentación en el Festival de Poesía de Arroyo Leyes, viernes 13 enero de 2023 

 

Busco en la definición, en esa circunstancia de estar solo o sin compañía; en ese sentimiento que se tiene por falta o ausencia,

pienso en la irregular gráfica de fiebre de un caso grave de melancolía:

Me pregunto si soy yo quien come una naranja o si sólo espero, hoja en blanco, el dulzor, el ácido en la boca. Entonces te leo Gustavo Tisocco. El solo, discurso poético con un tema provocador. Provoca y cuestiona. Libro amoroso que aborda la soledad en todas sus facetas.

 

El solo, no sos vos quién escribe, es el viento, ese que me moja la cara, ese que no tiene sombra.

No sé escribir una reseña a la medida de tu palabra, poeta, no sé cómo decirte antiguo precepto / oración / quejido sin quebrar mi espina de agua, sin oír jilgueros en el canto a la altura de la mañana que se bifurca en esto o aquello para ser al fin, la misma poesía.

No sé si estremecerme en la esperanza de la semilla en tu mano o regresar de prisa a la infancia que aún te construye y te hace temblar, poeta, a lo lejos en mi yo también naciendo rosa lapacho, en mi yo que necesita del Dios que se apiade

Ahhh!! Tal vez sea ese gesto de replegarse junco que me abre a tu tratado sobre la soledad, a tu tratado sobre la elección / o no.

 

Tal vez sea ese gesto que me deje sola, parada en medio de mi íntima multitud y sea tu palabra o sólo su música que llueve / llueve y acuna / toda mi soledad.

Veo a cada Gustavo al que podría llorar pero ríe a ese Gustavo a quien le duele un nombre en la boca y sangra. Yo también espero el derrumbe y veo en cada Gustavo el último destello como veo cada paisaje en tu palabra, es ahí donde captás la esencia, ejercicio de luz, hasta la transparencia, sentido transformador en mi niña lectora.

 

Gustavo Tisocco poeta que dibuja a cada uno y a todos El solo para tomarlo de la mano y que el ojo contenga su vieja levedad. El solo poemas tan depurados donde la mirada del lector está presente: y al final / esto era la vida

Orfebre de la palabra, vos, el incurable, la soledad te nombra, te constituye sobreviviente destino de pájaro. (¿a caso no es también el nuestro?)

 

Hundo las manos en la intersección que dejan las tuyas, también me construyo, no estoy sola, no, otros seres en mi sangre escribieron soledades para leerte y encontrarme, en vos.

En El solo cada poema es un punto de partida sobre el fluir del tiempo entre silencio y soledad, fueguito abrazador que purifica para que este mundo sea más sensible más profundo: Hubo una vez un paraíso /  y se cuestione: ¿lo hubo?

Recorro tu itinerario de vida, de escritura, sola.

Discurso reflexivo, reflexiones para los que pensamos la soledad como paraíso con hambre, hambre que rasga el poema.

Punzón alfarero, trazo infinito que hace realidad este anhelo de seguir estando con tus ojos de eternidad en la poesía, para vernos reflejados en una gota de lluvia y ser esa revolución en tu ojo de pez.

Dice Kafka: Un libro debiera ser como un hacha

para romper el mar de hielo

que llevamos dentro

Entonces digo El solo: maestría, eficacia para conmover, cuestionar y conducirnos a la desnudez herida de soledad. Imagen y contenido son un solo impulso revelador y desgarrado. Aquí la poesía es asidero, ya no como modus vivendi, sino como instinto de supervivencia.

Poeta de la belleza, de la maravilla. Avanzo con El solo entre las manos y te celebro poeta querido. Ahora, mis queridos lectores, mis queridos todos, disfruten ustedes.


domingo, 16 de octubre de 2022

Palabras de Susana Szwarc en la presentación de EL SOLO

 


 Tres semillas de sandía o partes de un rompecabezas (es el título con el me gustaría nombrar a este decir).

En una carta dirigida a su madre y a su hna. Nietzche escribe: Hay buenas razones para que me falten personas que coincidan conmigo, y sería ridículo para un filósofo exigir algo distinto.; resulta espantoso estar solo en la medida en que yo lo estoy. Pero entre la multitud Me sentiría más solitario que ahora.

¿Acaso es la soledad la que permite que la poesía  se dé?.

Zaratustra recomienda en no pocas ocasiones refugiarse en una necesaria soledad: “Estaba solo, y no hacía otra cosa que encontrarse a sí mismo. Entonces gozó de su soledad y pensó muy buenas cosas durante horas enteras”, o “¡Amigo mío! ¡Refúgiate en tu soledad!“.

 Cantaba Zaratustra: «¡Oh, soledad! ¡Soledad, patria mía!»

En definitiva, Nietzsche deja la opción abierta: es uno mismo quien, al fin y al cabo, ha de escoger: «En la soledad el solitario se roe el corazón, en la multitud es la muchedumbre quien se lo roe. ¡Elegid!».

Gustavo Tisocco habla de Un solo. Llama así a su libro, ¿o es un llamado?.  Y  comienza  este, su por ahora último libro,  con un hermoso poema donde  dice quién es poeta.  Y Lo dice mostrando quién no lo es. ¿Es la poesía Un oficio? ¿Una profesión? ¿Un acto de fe?  PÁG 11

 TAMBIÉN nos pregunta  Gustavo  si se elige este modo de ser. Y a través de un poema nos dice: No soy yo el que escribe /es el viento.

Entonces en el cuerpo del yo, es  otro el que  escribe, ya sea  el lenguaje a través del viento, por ejemplo el viento nos tomaráde  la mano, la llevara hacia el lápiz, hacia el tecleo de la máquina, ¿se podría decir que el poeta es un elegido? ¿Y tal vez esa elección implique otro modo de ser: ¿Un ser y estar Solo.?

Con estos poemas  empieza el recorrido de El solo,  el viaje desde el nacer que es olvidar y pensar en las flores, en el aire. Sin saber ¿todavía? que “todo será abismo”.

En Un solo   el sonido y las imágenes nos van envolviendo, y  Gustavo Tissoco, nos lleva a través del Pero, ese pero que a veces se nos escapa al ir escribiendo, aparece sin necesidad y que, sin embargo, aquí tiene el pero la fuerza de esa conjunción adversativa, y que lleva al camino del oxímoron, de la metáfora, de los conceptos que se contraponen para coincidir o no. (Ver/leer  los poemas con el pero).

 

En El solo, acompañan las flores, los pétalos, los pájaros, muchos pájaros revolotean las hojas del libro; pueden ser golondrinas, palomas, picaflores, gorriones, cigarras, y el corazón que puede estar enjaulado, otro pájaro el corazón.

Dice  Gustavo Tisocco en un poema :Late un pájaro en mi mano/tibia mi palma / y ese palpitar/ como de tambores.

y pág 35, pág 37. Los pájaros que están en la propia jungla que se es. Los pájaros a los que abro la jaula.

La soledad también tiene sus caras opuestas

A veces la soledad duele /como si un puma te arañara por dentro. Otras veces es “refugio /como si un jardín /invadiera tu sombra” ¿Una sombra dulce o amarga? o las dos cosas a la vez?

Esta simultaneidad imposible, esta yuxtaposición, aparece, se logra en este libro de Gustavo Tisocco. Una cosa y la otra, una bella sorpresa y junto a esa belleza, el abismo.

Y una tristeza que recorre como los pájaros, como las flores, estos poemas que nos recorren, porque al leerlos, al tener esa joya de libro en nuestras manos, al pronunciar sus palabras, también somos tristes y solos, porque queremos estar adentro del libro. Ser ahí.

Además Tisocco nos avisa del peligro de la eternidad, donde se está triste y solo, tanto tiempo, todo el tiempo.

Solo, único, solamente, separado de cada cosa. El solo de la orquesta que tiene que dejar a su grupo para hacer escuchar solo su voz, su violín.

Y el amor que nos puede llevar a una mayor soledad. Como la del mismísimo Adán, el eterno Adán que pobló la tierra.

Hay tanto soledad como habitantes somos nos dice Gustavo.

Y también que El único amor es el primero /los demás solo piezas de rompecabezas.

Así, somos cada uno unx parte del rompecabezas,  cada unx tratando de encontrar cómo componer,  cómo encajar con la otra parte, vivos o muertos.

Pág 87, pág 88 leer.

Y como aparece entonces ese Pero como una afirmación que hace que en esa soledad del desierto, en esa sequía del desierto, llueva.

No puedo dejar de citar estos versos  tan conocidos de Quasimodo:

“Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra traspasado por un rayo de sol y de pronto anochece”.

Y como este poeta, diría que Gustavo Tisocco es nuestro  poeta de la condición humana.

 

Susana Szwarc

sábado, 24 de septiembre de 2022

Comentario de Fernando Kosiak sobre mi Libro EL SOLO

 


El solo

Gustavo Tisocco

Este es el último poemario del querido Gustavo Tisocco  , publicado por Halley Ediciones . El artículo “El” que se antepone a “solo”, habla de la particularidad, de lo único de la soledad de la máscara poética que eligió Gustavo para estas páginas, él es el solo, él y nadie más. Un adjetivo que podría durar un instante (por ejemplo: él está solo) se extiende al convertirse en sustantivo, cobra trascendencia, se extiende, como propone Tisocco a lo largo del libro, en una inmortalidad, porque el solo, el que no tiene amor vive para siempre, tiene la gracia y también la condena de ver cómo desaparecen los demás, los que aman, los que están en compañía. Los poemas no tienen título, entonces quien lee podría hacer el ejercicio de avanzar por las páginas sin detenerse, como quien lee un cuento, una novela, un recorte del mundo de la soledad. Hay dos poemas hermosos, el primero es el que parte de la intertextualidad con el video performático de Marina Abramovic a la que le sientan adelante al ex que hace años que no ve y del que son los versos citados al final. El otro es el bellísimo poema que habla sobre el río, donde un padre enseña a nadar al niño que adorna sus cabellos con flores de un camalotal. Esos poemas son los que construyen otro sistema dentro del libro, que se aleja de la soledad, que brilla en esos recuerdos, que hacen que la soledad importe menos.

“Yo te amaba

con esa paciencia infinita

de los girasoles.

Vos me amabas

con el miedo atroz

de los cangrejos.”

 

Fernando Kosiak

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Palabras de Edda Sartori en la presentación de EL SOLO

 


edda sartori

Presentación de EL SOLO de Gustavo Tisocco.

 

En principio, El Solo es un poemario que trata la soledad. En realidad, argumenta, es decir, da luz, aclara sobre la existencia. Sobre el nacer y el morir. Sobre el amor. Y la soledad como cielo hambriento que impregna el poema.

 Indaga el vacío originario, la fascinación del nacer y la pérdida del amor, la interrupción en ese instante. Fascinación y dolor. Fascinación y desapego.

 Ni bien nos cortan el lazo maternal

Empezamos a descubrir

Que todo será abismo

Un poemario donde el yo se con fidencia (fidas). Entonces el poemario como acto confidencial. El yo dice a quien tiene confianza. El lector como escucha, su interlocutor en ese lugar íntimo. El lector en el sitio del secreto en esa interpelación entre el yo y ese otro destinado de los mensajes.  En ese vacío, en ese éxtasis nos acoge la plenitud del poema.

 

Yo te amaba

con esa paciencia infinita

de los girasoles.

 

Vos me amabas

Con el miedo atroz

De los cangrejos.

Un discurso poético enmarcado por la soledad, un discurso del amor, rasgado, sesgado, conmocionado por lo horroroso de la herida.

Eros como conciencia de trascendencia del hombre y de la naturaleza hace temblar el lenguaje. Eros nos instala en esa pantalla de amor-muerte. Pero frente a ese vacío el poeta propone la indagación como una constante de su existencia. Con asimetrías, con paradojas, desde su concepción de la nada a la transformación.

Un yo escudriñador de su propia búsqueda, el sujeto puesto en la aventura de la búsqueda.

No es poeta

Come una naranja y sólo siente el dulzor

el ácido en la boca.

Sólo eso.

No es poeta

 

No es poeta dice el poeta. 

Luego nos dirá:

 

No soy yo

el que escribe,

es el viento.

En ese transitar se aleja del yo. Pero en su lejanía es un yo provocador. Un yo que penetra el cosmos y lo cuestiona:

Entre tantos árboles secos

ya no recuerdo el verde.

Hubo una vez un paraíso

¿Lo hubo?

 Y así en la revisión de lo vivido va plasmando otro discurso, el reflexivo, que ya lo anticipa al comienzo del poemario, cuando dice:

La inmortalidad debe ser la soledad mayor.

(Ese discurso reflexivo hace cumbre en la contratapa enmarcando el poemario:

El único amor es el primero.

Los demás

Sólo piezas de un rompecabezas.)

El yo se nombra inmortal, último, sobreviviente en correspondencia al amor y su ausencia.

Dicen que todos mueren.

Pero soy el inmortal

el último

el condenado.

Y aunque deambulo esta devastación

este entierro

este olvido

sé que he muerto

             aunque respire.

En esta franja de oposiciones: vida-muerte/ amor-muerte/amor-dolor/amor-desamor/mortal-inmortal, en esta especularidad, cito a Octavio Paz, el pliegue esconde las dos caras del ser. La oscilación que nos descoloca.

Pero el pliegue, dice Octavio Paz, es lo que une a los opuestos.

El pliegue, al abrir sus dos alas, las cierra. El pliegue al descubrir lo que oculta, esconde lo que descubre.

El yo es el incurable, el inmortal, el sobreviviente frente a la negación del amor.

Sin embargo, en esa tensión de opuestos, eros reina en toda su agonía de amor, dolor y la continua reflexión sobre la vida y la muerte.

Eros se expande en toda su magnificencia: deseo, valentía y reflexión.

El amor en su fuga y desamparo, como relación sin piedad:

De todos los dolores

tu nombre

es el que sangra

aún en mi boca.

Y el amor, como rescate del origen y el pasado:

Elegir la piedra

y acariciarla

y ser parte de la historia

 

Finalmente, Gustavo cierra su libro con un poema que simboliza la fuerza del  origen, la naturaleza, lo primordial y su trasmutación. La inquietud y el misterio. La renovación. El principio.

 

En esta aridez

no crecen las flores

ni siquiera un insecto

todo son relámpagos en el suelo.

 

Pero una gota de lluvia

es revolución.

sábado, 10 de septiembre de 2022

Comentario de Fabiana León sobre mi Libro EL SOLO

 


De abismos, semillas y temblores. Con sangre y saliva. A punta de suspiros y bendiciones de pájaros, enfrentando el desamor y miradas salvadoras, los poemas de Gustavo Tisocco han sido paridos desde el hondo pesar por la vida, su desasosiego, la desesperanza. Siempre se está solo, afirma, y es esta verdad tan tremenda que desde su sensibilidad alumbra poemas para desafiarla. Somos paisajes solitarios, dice él, que promueve nacimientos desde su profesión y encuentros desde su maravilloso espacio MisPoetas Contemporáneos. El, que ha encontrado en la poesía un modo de resistencia “como brote de sauce ante tanto desamparo”. Te abrazo poeta querido, en cada verso, en cada evocación del dolor, de incomprensión. Te abrazo como esa manzana que fue imagen del amor y cuyo perfume, decís, “se torna raíz nueva venciendo cualquier tormenta”.

Fabiana León

viernes, 9 de septiembre de 2022

Comentario de David Sorbille sobre mi obra literaria.

 


















 

LA POESÍA DE GUSTAVO TISOCCO, por David Sorbille

    Gustavo Alberto Tisocco, nació el 25 de octubre de 1969 en la localidad correntina de Mocoretá, rodeada por las aguas del río homónimo, y el legendario Uruguay. En ese ámbito, realizó su estudio primario y secundario, mientras acudía al llamado de las letras influenciado por su tío Jorge, un profesor de literatura que falleció a los 33 años.      

    Las poesías de Alfonsina Storni, fueron las que lo animaron a escribir sus primeros versos, donde establece una relación virtuosa con su terruño y su familia. Luego, en la capital de su provincia estudia la carrera de Medicina y, con su título de médico viaja a Buenos Aires, para especializarse en pediatría en el Hospital Pedro Elizalde (ex Casa Cuna) y Neonatología en la Maternidad Santa Rosa de Vicente López.      

   Posteriormente, estudió teatro en el Centro Cultural Rojas, y, también, frecuentó diversos talleres literarios, hasta que en septiembre de 2001, publicó su primer libro de poesía: “Sutil” (Ed. La quimera), del cual Damián Pi, señaló: "Este poeta, tan sensible como sólo pudo imaginarlo otro poeta, refleja con una simplicidad lograda perfectamente, la armonía de vivir, la disposición de las personas y los sentimientos en versos sublimes, de reflexión y humanismo".

    En el año 2003, Gustavo Tisocco participó de la “Antología internacional de autores del mundo de lengua castellana” publicada en España, de la “Antología de médicos argentinos y brasileños” y de la Antología "Libertad bajo palabra". Asimismo, en ese año obtuvo Mención Especial en el Congreso de Médicos de Buenos Aires con su poema "Abuelas blancas" y el Tercer Premio en el Foro Literario Azul y Palabras con su poema "Ojos muertos".

    En marzo de 2004 presentó su segundo libro, “Entre soles y sombras” (Ed. Vigilias), del cual, Pablo Montanaro destaca en el prólogo: “La mirada del poeta es así: oscuridad-luminosidad -revelación-misterio -descubrimiento-límite -imposibilidad-posibilidad -música-silencio. Estos pliegues, estos reversos están en el libro". 

    En junio de ese año, fue ganador del "Primer premio de poesía" de Médicos escritores argentinos, chilenos y brasileños. El 15 de junio de 2006, nuestro poeta comienza a dedicar parte de su tiempo a la difusión de la poesía de una extensa cantidad de poetas argentinos y latinoamericanos, a través de la creación del prestigioso espacio virtual: http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com

    En ese mismo año, publica: “Paisaje de adentro” (Ed. de los Cuatro Vientos), sobre el cual, Delfina Acosta, señala: "Los poemas de Gustavo Tisocco están llenos de sentidos numerosos, diversos, cada uno sencillo, nada artificioso, sino elemental, como se pretende de un verdadero artista".

    En el 2008, publica: “Desde todos los costados” (Ed. Vinciguerra), que, al decir de su prologuista Edna Pozzi: "Este poemario de Gustavo Tisocco, denso, plural, irremediablemente melancólico, nos presenta a un poeta en plena posesión de los instrumentos de la magia, como si a través de las palabras, o lo que es más importante, casi sobre las palabras, madurara un idioma nuevo, recién nacido, un acorde que no puede dejar de escucharse, una geografía áspera y bella".

    En el 2009, publicó: "Pintapoemas" (Cuadernos del Señalero, Ed. del Clé), en cuyo prólogo, Susana Fernández Sachaos, sostiene: “es desde la vista, la gran abarcadora de imágenes, que Gustavo Tisocco nos propone el camino bello e intenso de sus poemas. Lo hace desde el lugar de la poesía y la pintura, desde la pluma y el pincel. Él pinta estos poemas y canta a los pintores que lo inspiraron con sus lienzos. Canta con las sombras de la noche y los naranjas de las amapolas al aire libre”.

    Asimismo, publica en el mismo año, otro poemario emblemático: “Cicatriz” (Colección Summa, Ed.Vinciguerra), de quien Cecilia Ortiz, dirá: “Somos testigos, protagonistas y el poder de la palabra no recubre, es armadura, escudo, lanza. Tu Cicatriz, es mi Cicatriz. Invisible para algunos. Reveladora para los que no tienen su copa vacía”. Además, tiene editados 3 CDs: “Huellas”, “Intersecciones” y “Corazón de níspero”.

    Sus poemas fueron publicados en diversos periódicos y páginas literarias de Internet. Reparemos, pues, en estos versos de su libro “Desde todos los costados”: “Para qué cerrar la puerta? / ¿Para qué quedarse? / Prefiero tener hambre, / quemarme alguna vez en el sol, / sentir dolorosamente / que soy pequeño. / extasiarme de sed, de cansancio. /  Deambular la noche, / mendigar con quien mendiga, / que me atraviese el viento, / la música de alguna musa, / ser temblor y ser herida, / un calamar destilando tinta, / un barco sobre las olas. /  Que se lastimen mis pies / con los clavos del camino, / que la arena enceguezca mis ojos, / que la luna me torne fantasma de plata y nube. / Perderme entre amores que quizás no sean, saltar como una rana. / ser trapecista. / Y en este transcurrir apostar a la vida. / agotarme / hasta que el cuerpo sea humo / feliz viajero”.

    En el año 2011, publica el breve poemario “Rostro Ajeno” (Colección Summa, Ed. Vinciguerra), en donde reúne una serie de poemas vitales como el río de su infancia, la casa familiar, los juegos, las estaciones del recuerdo, los olores y sabores de un pasado que siempre está presente en nuestro poeta.

    El 28 de septiembre de 2012, presenta su séptimo libro: “Terrestre” (Ed. Vela al viento), acompañado por un CD con el mismo título. En esta obra, nuestro poeta nos brinda un testimonio profundamente comprometido con la vida, y con su alma sedienta de justicia.

    Con versos de notable hondura, comparte las huellas de su lugar en el mundo, como bien señala Jorge Paolantonio en el prólogo: “Una imaginería sensual enciende el discurso poético y lo puebla de acciones que van del amor absoluto a la separación más cruel, de la ciudad más alegre hasta la isla más desierta, del gozo a la infelicidad”.

    La voz del poeta tiene la fuerza y convicción de quien abre su espíritu al mundo, y transmite sus vivencias con la intensidad y la pasión de un ser humano que refleja su experiencia personal y la realidad que lo rodea.

    Es así como, la transparencia emocional de Gustavo Tisocco queda nuevamente reflejada en su poemario: “Quedarme en ti” (Ed. El Mono Armado, 2015), en donde su esencia vital, su amalgama de conceptos humanos trascendentes, su melancolía envolvente, belleza formal y hondura acostumbrada, nos permite la inmensa satisfacción de encontrarnos tan cerca de su universo de amor, nostalgia y hermandad que se repite en sus breves “Reina” (Summa Poética - Vinciguerra, 30º Aniversario, 2016) y  “Hectáreas” publicado en Madrid, España.

    “Perla del sur” (Vinciguerra / colección metáfora, 2019) es otra obra singular que es caracterizada por su prologuista Susana Pasquini: “como columna lumbar a lo largo de la cual discurre la existencia del autor y de sus seres amados (…)”

    La producción de nuestro poeta continúa con "Nueve poemas" (Ediciones Arroyo) y "Entre Ventanas” (Mascarón de Proa / Pleamar, 2020). Parafraseando a Natalia Litvinova, podemos coincidir en que Gustavo Tisocco, “como un minero cava en la profundidad para extraer oro”, y es ahí donde yace su mayor virtud.

    “El Solo” (Helley Ediciones, 2022), es su último libro publicado hasta el momento y una verdadera cima poética en la trayectoria del autor. El despliegue de poemas impecables en su brevedad colmada de sensaciones y sabiduría, nos remite a un estado de gracia en donde ya no es el poeta el que escribe, es el viento.

    Gustavo Tisocco tiene la grandeza de los elegidos, y en él se concentra el arte de la palabra con la ética del hacedor que lo convierte en uno de los más distinguidos poetas de nuestro tiempo.

Comentario de Mirta Venezia sobre mi Libro EL SOLO

 


“No soy yo/el que escribe/es el viento” dice Gustavo Tisocco    casi al inicio del poemario EL SOLO y así de entrada nomás  esta soledad es visibilizada a tal punto que el poeta no escribe, el poeta es inmaterial está espejado en versos, es un ser etéreo. Gustavo va eligiendo de la rosa la espina, de la pena hace su morada pero de alguna manera sobrevuela su gaviota con la esperanza siempre puesta en la semilla; el solo es el buscador de la semilla pequeñita azul de la poesía:

“pero apenas una semilla/tengo en mis manos/y es toda la esperanza”.

        Con su ojo de poeta lúcido él sabe de la inmensidad de la gota, del silencio profundo en la maraña del bosque, del sudario y la cruz, de la pérdida, de la vida que late; me imagino  al poeta hacedor de sueños, alumbrando estos versos nacidos en la más pura intimidad, poniendo palabras al dolor  para transmutarlo en belleza, con un estilo simple, cotidiano, profundo que se clava en el interior y no quiere salir. 

         El poeta mira al amor  de frente y es el amor primero el que se clava con su haz de luz y no puede compararse con otro porque es único, cierta orfandad cala hasta los huesos y es imposible no identificarse; nacemos y morimos solos siento, y en el medio hay un breve trayecto que algunos vivimos con intensidad, eso me trae este libro la brevedad del amor, de lo feroz, de lo numinoso, la brevedad del relámpago. Gustavo bucea dentro suyo y podemos ver las mariposas celestes de las que nos habla, el llanto reparador como una sombra  fresca, los juncos del río, el paraíso, el alabastro de la pureza, el palpitar de la piedra y el miedo al borde del abismo.

         Los poemas fluyen amparados en los recuerdos, en postalitas de la adolescencia junto al agua, en restos diurnos  que asoman por la mañana, en la realidad que se desparrama sin pudores y el lector se va dejando llevar por este mundo rico en vibraciones, olores, flashes, colores, tan nutritivos que la soledad está  cargada de vida (un brote de sauce entre tanto desamparo) y dan ganas de asomarse a la vereda recién baldeada y ponerle el pecho. Otras veces hay tanto amor diseminado que el lector no puede menos que fluir y llorarse en intimidad, para transitar el propio dolor, homenajearlo  y luego soltarlo como paloma. No dejes de asomarte a EL SOLO vale cada palabra, vale la alegría y la pena !!

”A veces la soledad duele

lastima

como si un puma te arañara por dentro

un puma con hambre

enjaulado, sediento.

En otra es refugio

como si un jardín

invadiera tu sombra.”

 

 

 Mirta Venezia