Palabras de RUBÉN EDUARDO GÓMEZ, en la Presentación de TERRESTRE (2da Edición)
El próximo domingo, 26 de octubre, Vela al Viento Ediciones
Patagónicas cumple 19
años. En todos estos años hemos publicado 310 títulos de
todos los géneros literarios, y
en ese catálogo amoroso y plagado de orgullosos autores,
está Terrestre, que hoy presentamos
en su segunda edición. No tengo dudas de que mi trabajo es
fascinante, que soy
un privilegiado que durante todos estos años pude conocer
obras extraordinarias antes
de que vean la luz pública, y porque pude conocer y
compartir este trabajo con muchos
autores que tras su pluma y las páginas de sus creaciones,
me enseñaron su personalidad
valiosísima, generosa, solidaria y talentosa, como es el
caso de Gustavo Tisocco.
Gustavo nació en Mocoretá, provincia de Corrientes, un 25 de
octubre, por lo que el sábado
es su cumpleaños. Es escorpiano como la editorial y como yo
que cumplo el 14 de
noviembre. Ha publicado doce títulos siempre poemarios,
entre los que podemos citar
“Hectáreas” publicado en Madrid, “Perla del Sur”, “Entre
ventanas”, “Nueve poemas”,
“El solo”, “Boca grande” y “Terrestre” publicado en su
primera edición en 2012 por
esta editorial. Su obra fue premiada y reconocida, ha sido
incluida en diversas antologías
tanto en el país como en otras partes del mundo, y traducida
al portugués, francés,
catalán, italiano, inglés y alemán. Asistió como invitado a
encuentros nacionales y en
festivales internacionales en México, Perú y Nueva York. Lo
que me exime de explicar
su valiosísima pluma y talentoso oficio, pero sí debo
destacar que es el director del sitio
Mis Poetas Contemporáneos, que creó en el año 2006, y en el
que comparte poemas de
otros autores lo que habla de su generosidad y solidaridad
para con sus congéneres. Son
muchas veces las acciones las que nos dan la real dimensión
de quién es el otro, y estas
son, a mí parecer y en un mundo en el que no sobran, hechos
que deben destacarse y
apoyarse.
A partir de su invitación a participar en su sitio y de
haber compartido la publicación
de Terrestre hace 13 años, nos ha unido este lazo fuerte que
la poesía, la solidaridad y su
bonhomía pudieron construir y que no siempre se consigue.
Siempre encontramos experiencia, vida, sonrisas, alegría y
satisfacción en los libros que
hicimos juntos, escritores y editor, siempre, y eso está muy
bien, pero con Gustavo además
tenemos este afecto y cariño mutuos, aunque no hablemos
todos los días, cuando
nos encontramos parece que hubiéramos charlado ayer.
En estos días leí una entrevista al poeta chileno, Raúl
Zurita que decía que la poesía nos
interpela, “la poesía interpela a cada uno. También a los
sobrevivientes. ¿Qué es esa cosa
tan frágil que va pasando escombro tras escombro, esa ínfima
gota de luz que se filtra
entre las piedras de un edificio bombardeado? Es la poesía.
Y da testimonio de lo que
es y pudo ser este mundo. ¿Qué sabemos después? Nada.
Después vendrá la muerte y
tendrá tus ojos, como dice un poema de un italiano: “Entrará
la muerte y tendrá tus
ojos para verse”.
Y me quedé pensando, en el medio de estos escombros en los
que nos movemos todos
los días y que nos muestran un panorama más que
desalentador, surcado por palabras
de odio, incomprensión, intolerancia, los discursos
irrespetuosos, bajos, insultantes, y
la pertinaz ausencia de los rasgos de humanidad que nos
hacen seres que merecen la
vida, ahí encajan las palabras de Zurita, ahí llegan las
gotas de luz que se filtran entre
las piedras de lo que alguna vez fue una construcción en los
versos de Gustavo, con esa
voluntad de construir un espejo que nos muestre en qué nos
hemos convertido sin ser
cómplices de la destrucción pero sí espectadores de la
decadencia.
“En la poesía el hombre se une a los fundamentos de su
existencia. Ser humano es ser
una conversación” decía Heidegger. Por eso quizás es que
pienso que la poesía no es un
género literario, no es literatura, sino que tal vez pueda
encontrar su lugar entre la metafísica
y la ontología, mucho más cerca de la filosofía que de la
literatura, más cerca del
conocimiento que de la ficción. Tal vez en el lugar de un
arte que implique el asombro
por el ser y por el estar en un no-tiempo. Porque la poesía
es, sin pasado ni futuro.
Dijo alguna vez Vicente Huidobro que “la poesía es
revelación, es vida en esencia, es el
universo que se pone de pie”. Quizás también podríamos
pensar en la poesía como un
lenguaje en el que si bien se presenta con palabras lo que
se dice está más allá de lo evidente,
de lo literal, de los significados incluso. Una lengua de
significantes y emociones,
lenguaje de la conmoción, de señas para el corazón y el
alma.
Todo eso y más. Estoy convencido de que la poesía nos habita
y está en cada paso que
damos sin brújula en el mundo, en cada segundo que no
medimos, en cada suspiro que
dejamos escapar.
Todos hemos sido capaces de observar un hecho poético: un
yuyo floreciendo en el
resquicio que dejan dos baldosas en la vereda, un reflejo
del sol sobre la mesa pintando
brillos y formas, una sombra bailando bajo una lluvia
torrencial descubriendo que es impermeable,
o un color sin descripción, sin nombre, adueñándose de la
flor en invierno.
Entiendo al poeta como un traductor, un artesano del poema,
porque el poema es ese artefacto
que intenta ser vehículo de la poesía, un continente para
ella. Entiendo al poeta
como aquel que traduce la danza de la luz sobre el mar en
una mañana que ilumina solo
las sonrisas, que describe el cauce de la lágrima que busca
la comisura de la boca para
salar la herida y la voz, aquel que puede hablar de
espantapájaros de la claridad y aún con
las aves en huida encontrar las palabras para salvarse, que
siente los malvones cansados
en las tardes de verano recostarse sobre su regazo, aquel
que conduce las imágenes de la
emoción hacia el papel, como quien arma un barquito endeble
con un pedazo de diario,
para que naveguen y terminen de encontrar sentido en los
ojos lectores. El poema termina
de escribirse en el otro, en quien lo recibe, en el que lo
lee.
Hablar de desiertos, de desamparo, dice Gustavo. En un mundo
en el que el hombre se
convence de que es más chico, que está más conectado, de que
su vida es la que pasa a
través de su reloj y a la que ordena con horarios y agendas,
la poesía sembrándose a cada
paso, reventando la luz en una gota que duerme sobre la hoja
de un árbol cualquiera,
en la sonrisa que se derrama desde los ojos de los niños aún
en Siria, aún en Palestina,
la poesía en la escarcha de dibujos caprichosos que espejan
el cielo sobre un asfalto de
opaca virtud y pasado olvidable, y el calorcito del sol de
esta primavera remolona en mi
patagonia que tiñe los primeros ojos de cada mañana en la
que las gaviotas se suben al
viento para ir hacia una promesa, la poesía entonces en los
atardeceres que sirven como
un telón para la luna que nos empequeñece, en atardeceres como
este en el que cuatro
poetas reciben a Terrestre, y celebran su segunda edición,
entre las primeras sombras que
anidan en las ventanas como si conformaran, todas juntas, la
noche.
Así, la poesía es.
Rubén Eduardo Gómez (Editor de VELA AL VIENTO, EDICIONES
PATAGÓNICAS)
Etiquetas: Libro Terrestre



11 comentarios:
Gracias Gustavo por el convite, por el regalo de la segunda edición casi en el limbral de un nuevo año de tu vida.
El 22 fue una noche pura de emoción. Fue hermosa la elección de presentarlo virtualmente. Las palabras del editor nos atravesaron el corazón.
Hoy que es tu cumple te deseo lo mejor .. qué siempre la palabra te acompañe. Gracias por todo. ❤️
Hermosa reseña de Gomez para Gustavo y su libro "Terrestre"
¡FEliz día Gustavo !
G.Calvo
Muy bueno y sentido tu análisis Rubén. Tu mirada lúcida...
Fue un gusto compartir con ustedes la presentación de la 2da. Edición de Terrestre de nuestro querido Gus.
Abrazo grande desde Córdoba
Un gusto acompañarte Gus . Terrestre ya es un éxito que abraza . Cariños
Hermosa reseña. Ya quiero leer tu libro. Felicitaciones Gustavo.
David Sorbille dijo... Celebro esta presentación de un notable libro de Gustavo que se suma a su brillante trayectoria poética. Abrazos.
Felicitaciones Gustavo por esta 2a. edición de tu precioso libro TERRESTRE, en la Editorial Vela al Viento, de un querido amigo de años, Rubén Gómez, de Comodoro Rivadavia. Rubén no solo dan datos sobre tu vida y obra, en síntesis, no solo habla reflexiva y hondamente de la Poesía que nos convoca y nos interpela a los poetas. Rubén Gómez hace un Comentario excelente, sentido, profundo, de los poemas de tu "Terrestre". También felicitaciones a Rubén Gómez editor y Poeta. Cecilia Glanzmann
Que profunda y hermosa tu presentación! Felicitciones por tu cumpleaños Gustavo! En la poesía el hombre se une a los fundamentos de su existencia. Ser humano es ser una conversación” decía Heidegger. Bien citado, creo que vos encontraste tu ser en ella, o ella en tu ser la voz que la expresa. Abrazo
Hermosa Presentación queridos Gustavo y Rubén!!!! Gloria Arcuschin abrazo grande
Disculpas, acabo de ver mi error de tipeo. Debe decir:" no solo da datos..." Cecilia Glanzmann
Que hermosa introducción, este comentario, al libro y al poeta. Abrazos
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