sábado, 25 de octubre de 2025

Palabras de RUBÉN EDUARDO GÓMEZ, en la Presentación de TERRESTRE (2da Edición)

 


El próximo domingo, 26 de octubre, Vela al Viento Ediciones Patagónicas cumple 19

años. En todos estos años hemos publicado 310 títulos de todos los géneros literarios, y

en ese catálogo amoroso y plagado de orgullosos autores, está Terrestre, que hoy presentamos

en su segunda edición. No tengo dudas de que mi trabajo es fascinante, que soy

un privilegiado que durante todos estos años pude conocer obras extraordinarias antes

de que vean la luz pública, y porque pude conocer y compartir este trabajo con muchos

autores que tras su pluma y las páginas de sus creaciones, me enseñaron su personalidad

valiosísima, generosa, solidaria y talentosa, como es el caso de Gustavo Tisocco.

Gustavo nació en Mocoretá, provincia de Corrientes, un 25 de octubre, por lo que el sábado

es su cumpleaños. Es escorpiano como la editorial y como yo que cumplo el 14 de

noviembre. Ha publicado doce títulos siempre poemarios, entre los que podemos citar

“Hectáreas” publicado en Madrid, “Perla del Sur”, “Entre ventanas”, “Nueve poemas”,

“El solo”, “Boca grande” y “Terrestre” publicado en su primera edición en 2012 por

esta editorial. Su obra fue premiada y reconocida, ha sido incluida en diversas antologías

tanto en el país como en otras partes del mundo, y traducida al portugués, francés,

catalán, italiano, inglés y alemán. Asistió como invitado a encuentros nacionales y en

festivales internacionales en México, Perú y Nueva York. Lo que me exime de explicar

su valiosísima pluma y talentoso oficio, pero sí debo destacar que es el director del sitio

Mis Poetas Contemporáneos, que creó en el año 2006, y en el que comparte poemas de

otros autores lo que habla de su generosidad y solidaridad para con sus congéneres. Son

muchas veces las acciones las que nos dan la real dimensión de quién es el otro, y estas

son, a mí parecer y en un mundo en el que no sobran, hechos que deben destacarse y

apoyarse.

A partir de su invitación a participar en su sitio y de haber compartido la publicación

de Terrestre hace 13 años, nos ha unido este lazo fuerte que la poesía, la solidaridad y su

bonhomía pudieron construir y que no siempre se consigue.

Siempre encontramos experiencia, vida, sonrisas, alegría y satisfacción en los libros que

hicimos juntos, escritores y editor, siempre, y eso está muy bien, pero con Gustavo además

tenemos este afecto y cariño mutuos, aunque no hablemos todos los días, cuando

nos encontramos parece que hubiéramos charlado ayer.

En estos días leí una entrevista al poeta chileno, Raúl Zurita que decía que la poesía nos

interpela, “la poesía interpela a cada uno. También a los sobrevivientes. ¿Qué es esa cosa

tan frágil que va pasando escombro tras escombro, esa ínfima gota de luz que se filtra

entre las piedras de un edificio bombardeado? Es la poesía. Y da testimonio de lo que

es y pudo ser este mundo. ¿Qué sabemos después? Nada. Después vendrá la muerte y

tendrá tus ojos, como dice un poema de un italiano: “Entrará la muerte y tendrá tus

ojos para verse”.

Y me quedé pensando, en el medio de estos escombros en los que nos movemos todos

los días y que nos muestran un panorama más que desalentador, surcado por palabras

de odio, incomprensión, intolerancia, los discursos irrespetuosos, bajos, insultantes, y

la pertinaz ausencia de los rasgos de humanidad que nos hacen seres que merecen la

vida, ahí encajan las palabras de Zurita, ahí llegan las gotas de luz que se filtran entre

las piedras de lo que alguna vez fue una construcción en los versos de Gustavo, con esa

voluntad de construir un espejo que nos muestre en qué nos hemos convertido sin ser

cómplices de la destrucción pero sí espectadores de la decadencia.

“En la poesía el hombre se une a los fundamentos de su existencia. Ser humano es ser

una conversación” decía Heidegger. Por eso quizás es que pienso que la poesía no es un

género literario, no es literatura, sino que tal vez pueda encontrar su lugar entre la metafísica

y la ontología, mucho más cerca de la filosofía que de la literatura, más cerca del

conocimiento que de la ficción. Tal vez en el lugar de un arte que implique el asombro

por el ser y por el estar en un no-tiempo. Porque la poesía es, sin pasado ni futuro.

Dijo alguna vez Vicente Huidobro que “la poesía es revelación, es vida en esencia, es el

universo que se pone de pie”. Quizás también podríamos pensar en la poesía como un

lenguaje en el que si bien se presenta con palabras lo que se dice está más allá de lo evidente,

de lo literal, de los significados incluso. Una lengua de significantes y emociones,

lenguaje de la conmoción, de señas para el corazón y el alma.

Todo eso y más. Estoy convencido de que la poesía nos habita y está en cada paso que

damos sin brújula en el mundo, en cada segundo que no medimos, en cada suspiro que

dejamos escapar.

Todos hemos sido capaces de observar un hecho poético: un yuyo floreciendo en el

resquicio que dejan dos baldosas en la vereda, un reflejo del sol sobre la mesa pintando

brillos y formas, una sombra bailando bajo una lluvia torrencial descubriendo que es impermeable,

o un color sin descripción, sin nombre, adueñándose de la flor en invierno.

Entiendo al poeta como un traductor, un artesano del poema, porque el poema es ese artefacto

que intenta ser vehículo de la poesía, un continente para ella. Entiendo al poeta

como aquel que traduce la danza de la luz sobre el mar en una mañana que ilumina solo

las sonrisas, que describe el cauce de la lágrima que busca la comisura de la boca para

salar la herida y la voz, aquel que puede hablar de espantapájaros de la claridad y aún con

las aves en huida encontrar las palabras para salvarse, que siente los malvones cansados

en las tardes de verano recostarse sobre su regazo, aquel que conduce las imágenes de la

emoción hacia el papel, como quien arma un barquito endeble con un pedazo de diario,

para que naveguen y terminen de encontrar sentido en los ojos lectores. El poema termina

de escribirse en el otro, en quien lo recibe, en el que lo lee.

Hablar de desiertos, de desamparo, dice Gustavo. En un mundo en el que el hombre se

convence de que es más chico, que está más conectado, de que su vida es la que pasa a

través de su reloj y a la que ordena con horarios y agendas, la poesía sembrándose a cada

paso, reventando la luz en una gota que duerme sobre la hoja de un árbol cualquiera,

en la sonrisa que se derrama desde los ojos de los niños aún en Siria, aún en Palestina,

la poesía en la escarcha de dibujos caprichosos que espejan el cielo sobre un asfalto de

opaca virtud y pasado olvidable, y el calorcito del sol de esta primavera remolona en mi

patagonia que tiñe los primeros ojos de cada mañana en la que las gaviotas se suben al

viento para ir hacia una promesa, la poesía entonces en los atardeceres que sirven como

un telón para la luna que nos empequeñece, en atardeceres como este en el que cuatro

poetas reciben a Terrestre, y celebran su segunda edición, entre las primeras sombras que

anidan en las ventanas como si conformaran, todas juntas, la noche.

Así, la poesía es.

 

Rubén Eduardo Gómez (Editor de VELA AL VIENTO, EDICIONES PATAGÓNICAS)

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11 comentarios:

Blogger graciela elvira ha dicho...

Gracias Gustavo por el convite, por el regalo de la segunda edición casi en el limbral de un nuevo año de tu vida.
El 22 fue una noche pura de emoción. Fue hermosa la elección de presentarlo virtualmente. Las palabras del editor nos atravesaron el corazón.

Hoy que es tu cumple te deseo lo mejor .. qué siempre la palabra te acompañe. Gracias por todo. ❤️

25 de octubre de 2025 a las 11:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermosa reseña de Gomez para Gustavo y su libro "Terrestre"

¡FEliz día Gustavo !

G.Calvo

25 de octubre de 2025 a las 12:20  
Blogger Alfredo Lemon ha dicho...

Muy bueno y sentido tu análisis Rubén. Tu mirada lúcida...
Fue un gusto compartir con ustedes la presentación de la 2da. Edición de Terrestre de nuestro querido Gus.
Abrazo grande desde Córdoba

25 de octubre de 2025 a las 13:53  
Blogger Patricia Berho ha dicho...

Un gusto acompañarte Gus . Terrestre ya es un éxito que abraza . Cariños

25 de octubre de 2025 a las 14:30  
Anonymous Andrea Delfini ha dicho...

Hermosa reseña. Ya quiero leer tu libro. Felicitaciones Gustavo.

26 de octubre de 2025 a las 10:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo... Celebro esta presentación de un notable libro de Gustavo que se suma a su brillante trayectoria poética. Abrazos.

26 de octubre de 2025 a las 11:50  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Felicitaciones Gustavo por esta 2a. edición de tu precioso libro TERRESTRE, en la Editorial Vela al Viento, de un querido amigo de años, Rubén Gómez, de Comodoro Rivadavia. Rubén no solo dan datos sobre tu vida y obra, en síntesis, no solo habla reflexiva y hondamente de la Poesía que nos convoca y nos interpela a los poetas. Rubén Gómez hace un Comentario excelente, sentido, profundo, de los poemas de tu "Terrestre". También felicitaciones a Rubén Gómez editor y Poeta. Cecilia Glanzmann

26 de octubre de 2025 a las 13:13  
Anonymous Belkys Sorbellini ha dicho...

Que profunda y hermosa tu presentación! Felicitciones por tu cumpleaños Gustavo! En la poesía el hombre se une a los fundamentos de su existencia. Ser humano es ser una conversación” decía Heidegger. Bien citado, creo que vos encontraste tu ser en ella, o ella en tu ser la voz que la expresa. Abrazo

27 de octubre de 2025 a las 5:40  
Blogger Gloria Arcuschin ha dicho...

Hermosa Presentación queridos Gustavo y Rubén!!!! Gloria Arcuschin abrazo grande

27 de octubre de 2025 a las 7:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Disculpas, acabo de ver mi error de tipeo. Debe decir:" no solo da datos..." Cecilia Glanzmann

27 de octubre de 2025 a las 8:04  
Blogger Dana Fernández Guisande ha dicho...

Que hermosa introducción, este comentario, al libro y al poeta. Abrazos

28 de octubre de 2025 a las 4:38  

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