Regalo de Marián Muíños
EL MÉDICO POETA
.............(dedicado al Dr Gustavo Tisocco)
¿Cómo no han de brotar lirios de tus yemas
si se nutren del pulso de la vida?
Diminutos e indefensos, te sonríen,
en sueños de metáforas neonatas;
el cuidado de tus manos son sus nanas:
primigenia poesía que respiran
dentro de oxigenados vientres cápsulas.
El trabajo del poeta es más noble
si se entrega más allá de las palabras.
© MARIÁN MUÍÑOS
Foto: Gustavo Tisocco
entrada de Gustavo Tisocco a las
8:01
22 comentarios:
Guau, Marián, te felicito, además de bello, lo describiste a Gus a la perfección. Bravo, un abrazo para los dos, Ana Cecilia del Río.
UNA SIMPLEZA QUE DEJA TRASLUCIR
LA BELLA PERSONA QUE ES GUSTAVO TISOCCO COMO POETA.
GENEROSO COMO SU VIDA PROFESIONAL.
UN POEMA BELLO. SENTIMIENTOS DIRÍA INNATOS QUE NO PODÍAN SER LOS VERSOS DE MARIAN DE OTRA MANERA.
GUS ... ES LA BELLEZA DE PERSONA
Y MUCHO MÁS CONOCIENDO SUS OBRAS.
MUY BELLO POEMA!
QUERIDA POETA MARIAN!
GUS... SINCERAS FELICITACIONES!!!!!
LIDIA CARRIZO
un niño
luz
pedacito de luna
gracias gustavo
un abrazo grande
por la palabra
y la vida
alba
Gustavo: me encantó lo de Miriam que pone en palabras una profesión, tú profesión, que ennoblece a quien la practica. Gracias por comunicármela, Laura Beatriz Chiesa.
Hermosas palabras para una hermosa persona!!!
abrazos para ambos
Hermosas palabras para una hermosa persona!!!
abrazos para ambos
Gus, cierto es un bello regalo.
Te felicito y os alabo a los dos.
Marian ha escrito un hermoso retrato en un precioso poema.
Que Dios os bendiga por vuestro arte,
Camilo
Tierno y hermoso poema de Marian, para homenajear a un ser sensible y bueno.
Víctor H. Tissera
Marian, que hermosos poema/homenaje al poeta y al hombre que sabe del dolor del niño. En unos pocos sintagmas, has reflejado, no solo la eterna ductilidad de su pluma, sino también la diaria lucha como médico, ante el dolor de sus pequeños pacientes. Una belleza bien merecida para Gustavo, por tanta generosisdad y sapiencia. Felicitaciones! Marta Ravizzi
Cuánta belleza, cuánta ternura. Qué magnífica demostración de amor y admiración. Abrazo a los dos.
Alicia Perrig
Marián, hermoso poema para Gus. ¡Dichosos los bebes que son sus pacientes!Un alma sensible de poeta.
Aprovecho para agradecerte una vez más la traducción que hiciste de mi poema y tus palabras de elogio.
Un beso a los dos.
Nilda Barba
Marián, qué vitales y precisas son tus palabras, Gus se las merece.
Un abrazo
Betty Badaui
Gus un poema que describe tu amor por los niños enlazados con tu alma de poeta
Marian te felicito es precioso
Gus se lo merece
besos myrtha
¡Muy buen trabajo de todos los amigos poetas!
Me uno a ellos y me disculpo por no visitarlos a diario como megustaria, pero estoysin PC y sin Internet hasta que regrese a casa.
Ahora dependode algun ciber yalguna maquinaprestada.
Un beso grande,Gus ypara todos los amigos poetas.
Maria Rosa Leon
Con ternura y admiración Marian nos entrega su canto en reconocimiento a Gus, a su encomiable labor de médico poeta, a su devoción, a su generosidad, a su entrega. Toda mi admiración y un gran abrazo a los dos, Eli
Elisa Dejistani
Tierno poema para homenajear a un ser sensible, que tiene el poder de conmover no sólo con sus palabras sino también por brindarse y saber de sus manos siempre tendidas hacia el otro.
Gracias Marián.
Gracias querido Gustavo.
Un abrazo y mi cariño
Analía
Y Gustavo se entrega más allá de las palabras.
Hermoso poema.
Elisabet
Grandes palabras para un grande, como Gus!! Bellísimo.
Marián y Gustavo: Esa conjunción de poeta, médico y vida, amalgamados en la esperanza, es un "todo" por un "todo". Sos una persona sensible y generosa,Gus, abierto a la creatividad. ¡Felicitaciones! a los dos. Un abrazo. Molly
"El trabajo del poeta es más noble
si se entrega más allá de las palabras."
Muy cierto!
Un médico poeta entregado a sus dos pasiones.
Bello poema para un hombre bello!!
mis respetos poeta!
Anita
David Antonio Sorbille dijo...
Qué buen recuerdo, Gustavo. Nada mejor que recibir un poema!
BIEN MARIAM, muy bien, hermoso homenaje a un médicopoeta del alma y de la vida, vaya! ocurrencia del destino, no?
marta pimentel
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