lunes, 29 de septiembre de 2008

Palabras de Pablo Canavelli Sobre mi libro "Desde todos los costados" en la presentación de Paraná.

DESDE TODOS LOS COSTADOS
GUSTAVO TISOCCO


Desde todos los costados... ¿Desde todos los costados qué? Es la primera pregunta que surge desde el título mismo de este nuevo libro de Gustavo Tisocco.

Probablemente, una respuesta podría ser: las heridas del poeta que sangran las palabras desde todos los costados. O las lágrimas que se traslucen en los versos de amor desencontrados, o lastimados o exiliados. Y algo de ello hay en la melancolía que impregna el poemario completo.

También podríamos, casi arbitrariamente, suponer que la respuesta está en los versos de Constantino Kavafis que Gustavo eligió para abrir el libro “por todo lo que hice y dije/que nadie intente descubrir quién era”. A modo de conjuro. Como si quisiera protegerse de aquellos que a partir de la página siguiente van a posar su mirada en su interior. Como si nos pusiera un alerta de su desnudez, para que apartemos púdicamente la mirada. Pero paradójicamente conciente de que el lector prevenido, lo va a leer y a observar y a juzgar desde todos los costados.

Más, al dar vuelta la página y leer los primeros versos de Gustavo, inmediatamente nos sorprende con su nuevo camino: “El poeta es el gusano horadando la manzana hasta engullirla”. Aquí, es el autor el que observa el mundo desde todos los ángulos hasta deglutirlo y transformarlo. Entonces encontramos la mirada del autor desde
todos los costados, sin disimulos. Uno o varios objetos observados desde todos sus vértices y minuciosamente desarmados desde el verso. Así en el próximo poema leemos “Para escribir un poema de diez hectáreas / tendré que convocar a todos los peces / al mago que deambula en las noches / al aroma de pan horneado / a la espuma de mar”. Y dice en el mismo poema “Pondré el nombre de mi madre / los fantasmas de mi gente / una gota de río, la caricia del sauce”.
En otro poema “Una piedra / y todo el tiempo que fue” para cerrarlo diciendo “yo mortal destino, / la acaricio / y me la quedo”. Gustavo se adueña del mundo todo, para ser él poesía. Lo engulle para hacerlo carne y recrearlo a partir de él, a partir de su mirada, de su intuición, de su lenguaje, de sus palabras. Gustavo toma posesión de los objetos / sujetos externos, aprehende al amor, a los desaparecidos, a las madres de los desaparecidos, a los poetas, a sus amantes, a sus olvidos, a sus tristezas, sus dolores, su familia. El autor aquí nos propone la poesía mirando hacia el exterior, incluso en contraposición con su libro anterior “Paisaje de adentro”.

Y en este punto surge un tercer sendero: el autor que se mira a sí mismo desde todos los costados, como dice claramente en uno de los últimos poemas del libro: “Es en el costado de adentro / donde llueve la ausencia. / Ahí, en el rincón oscuro / del hueso encallado / donde la nicotina invade esferas / huecos distantes. / Donde me acurruco / y descorro los velos, / rompo los cristales, / araño el vértice. / En el otro costado / siempre anidan los pájaros.” Él mismo Gustavo Tisocco es quien nos descubre, en su poesía, que en el poeta coexisten la oscuridad y la libertad, la ausencia y la luz.

Entonces volvemos a la tapa: La mitad de un hombre, herido, con una máscara que también mira. Y ya ni sabemos si es uno el que mira al autor, o es el autor el que nos mira, o se mira a través de la máscara, o es todo a la vez.

“Desde todos los costados” es un libro de una poesía idealista en todo el sentido de la palabra, donde el autor transforma la realidad destacando aquellos elementos y cualidades que pueden alterar la realidad para embellecerla o deformarla. “Cuando mi Príncipe / me despertó del sueño / más de siete enanos nos juzgaron. / Desde ahí, ese beso es mi gloria. / Ahora, / todas las manzanas / que nos ofrecen, / saben a veneno”.

Y lo lleva adelante con una sencillez y una fuerza creadora que no abusa, ni deja de utilizar, los mejores recursos estilísticos que están a su alcance. Su obra cumple absolutamente con la función estética de la literatura, nos acerca a la belleza a través de sus poesías. En ella la palabra no se agota en un solo significado sino que el mismo se ve acompañado de distintas sugerencias y sentidos que sólo pueden apreciarse en su contexto.

En fin, Gustavo Tisocco nos presenta un libro para que lo leamos y disfrutemos “Desde todos los costados”.


Pablo Javier Canavelli
Paraná 28 de septiembre 2008

1 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Qué palabras. Traduce mucho de lo que sentimos al leer el libro.

besos
Elisabet

30 de septiembre de 2008, 20:18  

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