miércoles, 9 de febrero de 2011

Comentario de Anny Guerrini sobre mi libro "Desde todos los costados"


Al leer el libro “Desde todos los costados “ de Gustavo Tisocco , tuve la sensación que quizás no sea en vano penetrar “desde todos los costados” a la peligrosa aventura del poeta, quien plasma las funciones y formas líricas con las más hondas posibilidades de la existencia humana, porque “El poeta es el gusano horadando la manzana hasta engullirla”.

Es en los recuerdos de la infancia, verdadera tierra en la cual se aferran nuestras raíces , donde Tisocco en un lenguaje directo y a veces simbólico nos cuenta del abuelo Pedro, de la abuela Aurora, del pueblo con sus calles de tierra, del río saltarín, el juego a la escondida y el gato con botas donde “ La inocencia transpira animales enjaulados”. Y justamente allí, en esa caja de Pandora , que son los recuerdos, nosotros , lectores, descubrimos como Orfeo , a través de sus versos que a la vida hay que crearla. Porque la palabra poética revela lo no revelado, ese refugio último donde ser y existencia dan sentido a todo lo creado. Ya Blanchot dice: “ Quién escribe está en el destierro de la escritura: allí está su patria…”

“No debe ser en esta sombra/ en este árbol/ en ese nido/ que naufragué mi vuelo” . El poeta Richard Bly nos dice que la sombra es “ la gran bolsa que arrastramos a nuestras espaldas” , y que sólo el encuentro y la reconciliación con los aspectos negados de nosotros mismos nos darán la libertad , sólo “Entonces me torno bosque / y soy viento/ final retorno”.

Los chinos enfatizan el símbolo del “ying-yang” que nos muestra la parte negra (sombra ), y la parte blanca (luz), unidas formando un círculo que representa lo femenino y lo masculino. Esa unión entre lo negativo y lo positivo dan origen a nuestra personalidad , o mejor aún, a nuestra humanidad. Si no estuviera la dualidad de lo oscuro y la luz en nosotros ¿cómo explicar entonces los “niños sin nombre lloran ausencias” “ y sus madres gritan” “La poca memoria de los que salvándose se quedaron en la barca” . Aristóteles nos dice que todas las artes deben producir una catarsis, sólo así mediante las emociones que nos sacuden desde la obra realizada se puede alcanzar la liberación o la purificación de las pasiones.

Nadie, en mayor o menor grado, escapa de cargar con su cruz . Cada uno de nosotros asumimos esta carga existencial de diversas maneras , pero “Nadie grita como grita el poeta” nos dice Tisocco, porque “Si el poeta no es grito es un famélico fantasma sobreviviendo” .

Y al grito del dolor le sigue el fuego del amor. Hay momentos de nuestra existencia en que amor y dolor, luz y sombra, vida y muerte son el resultado de un tiempo detenido, tiempo hacedor de una cosmovisión donde pasado y presente se conjugan e implican mutuamente. “Una tarde en el río/ me empapé de esencias / y descubrí espasmos en el agua/ Tu piel de dueño/ hizo de la mía / ofrenda , candoroso goce .”

Tal vez lo esencial, aquello que nos salve, sea realmente el amor, porque el amor siempre es esperanza, aún en la sombra. Quevedo dijo: “Polvo serás, más polvo enamorado”.

“Sólo tu licor/ para beber el encanto aquél/ escapar así, / del inclemente frío / Recostarme / en el otoño de tus ojos / y amar/ las hojas caídas”. Cuando el amor compromete nuestro ser y existencia, somos entonces capaces de recorrernos “desde todos los costados” y aunque el dolor nos haya fragmentado y nos origine desgarramiento , siempre podemos ahondar en nuestros despojos y descubrir que no todo está perdido. Y esa revelación, será el camino que nos lleve hacia la belleza y la creación, verdadero sentido de la vida.

“Respirar hasta la asfixia/ y culminar/ barco errante/ Ser del viento/ la hoja,/ sobreviviente del tiempo aquel./ Llegar así al designio :/ No ser ceniza / sino vuelo,/ audaz cumbre.”

Gracias , querido Gustavo Tisocco , porque tu libro me hizo recorrer todos mis costados y aceptar que soy sombra y luz , simplemente un ser humano, o tal vez sólo una poeta sobreviviendo.

Fin del 2010

ANNY GUERRINI